La defensa de Donald Trump en el juicio que se le sigue por violación y difamación a la escritora E. Jean Carroll concluyó hoy su alegato final con el argumento principal de que la mujer buscaba la fama al presentar una denuncia por hechos que no existieron.
«Los hechos son tozudos» -dijo el abogado Joe Tacopina ante los miembros del jurado- (El relato de Carroll) no merece crédito».
En línea con lo mantenido durante las semanas que ha durado el juicio, Tacopina dijo que toda la historia de la violación en el probador de unos grandes almacenes fue una invención porque quiso aprovecharse de un cierto clima anti-Trump para vender libros, como quedó claro -argumentó- en el intercambio de correos con su amiga Lisa Birnbach.
«Se convirtió en su estilo de vida -insistió Tacopina- Ella pasó a ser una estrella».
El letrado no pasó por alto las palabras «crudas» y «brutales» de Trump en una grabación escuchada durante el juicio cuando decía que una persona con fama podía disponer de una mujer a su antojo y agarrarla «por el coño» (sic).
«Lo dijo -admitió Tacopina-, pero eso no convierte la historia increíble de la señora Carroll en una historia creíble», recordó, según los periodistas presentes en la sala.
Y como si quisiera halagar al jurado y advertirle sobre su responsabilidad, les dijo: «Este jurado está bendecido por una gran inteligencia de calle y sabemos la diferencia entre realidad y ficción», comenzó, antes de recordarles que su decisión los acompañará el resto de sus vidas: «Ustedes y solo ustedes son los únicos habilitados para garantizar que aquí se cumple el imperio de la ley».
Tras Tacopina, la acusación tiene derecho a una contrarréplica y el juicio quedará visto para sentencia. En los próximos días, el jurado pronunciará su última palabra sobre la inocencia o culpabilidad del expresidente, que de ser declarado culpable puede tener que abonar una indemnización, pero que no irá a la cárcel al tratarse de un caso por vía civil. EFE