Hoy se conoció el resultado final de la autopsia aplicada a Diego Armando Maradona.
La Fiscalía informó que Maradona sufría trastornos hepáticos, cardiovasculares y renales, pero no hubo señales de consumo de estupefacientes ni alcohol en los estudios histopatológicos y toxicológicos.
Tras conocerse el fallecimiento de Maradona, se generaron diversas opiniones en las que se especulaba que existió negligencia médica, imprudencia o impericia en los tratamientos de salud.
Según el informe emitido, Diego Maradona padecía de cirrosis, necrosis tubular aguda (trastorno renal), glomeruloesclerosis focal (insuficiencia renal), aterosclerosis (acumulación de grasas y colesterol en las arterias), cardiopatía isquémica (arterosclerosis de arterias coronarias) e hiperplasia arterial en nodo sinoauricular (cardiopatía).
En los análisis toxicológicos realizados, se conoció que los resultados fueron positivos en venlafaxina, quetiapina, levetiracetam, naltrexona, esmetilvenlafaxina, metoclopramida y ranitidina. De igual modo, las muestras de orina y sangre arrojaron resultados negativos en cuanto al alcohol y estupefacientes.
Uno de los investigadores de la Agencia Telám, mencionó que «Es tan importante lo que apareció como lo que no surgió de estos análisis de laboratorio, que a simple vista confirman que a Maradona le daban psicofármacos pero ningún medicamento para su cardiopatía».
También se conoció que su corazón pesaba el doble de lo normal desde hace 20 años.