Radio América. La Casa Blanca anunció que a partir de noviembre de 2021, cualquier extranjero que ingrese a Estados Unidos tendrá que mostrar que posee el esquema completo de la vacuna contra el COVID-19 y una prueba negativa realizada en los tres días anteriores al viaje.
Dicha anuncio ha levantado las alarmas en ciudadanos hondureños y latinoamericanos que poseen el esquema de vacunación con farmacéuticas que no ha sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
EEUU actualmente considera como aprobadas aquellas vacunas que han sido analizadas por la FDA (reguladora local) o la OMS, como ocurre en el caso de la AstraZeneca.
Recordar que las vacunas aprobadas por la OMS y que sirven para ingresar a ese país son: Pfizer/BioNtech, AstraZeneca, Janssen, Moderna, Sinopharm y Sinovac- Coronavac. Por tanto, quedan fuera la Sputnik V desarrollada en Rusia; Novavax de fabricación estadounidense; Abdalá y Soberana de Cuba.
Cabe destacar que la vacuna rusa tampoco es aceptada en la mayoría de países de la Unión Europea.
Para que los viajeros vacunados con Spuntik V puedan ingresar a Estados Unidos, debería contar con la aprobación de alguno de los dos organismos mencionados. A priori, la opción más plausible para el fármaco desarrollado por Gamaleya durante las últimas horas parecía llegar desde la OMS, pero que finalmente distintas trabas frenaron el proceso.
La OMS se prestaba a pre-aprobar el fármaco pero días atrás informó que había encontrado múltiples infracciones en una fábrica de Pharmstandard en la ciudad rusa de Ufa. En una conferencia de prensa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una rama regional de la OMS, el subdirector Jarbas Barbosa confirmó la suspensión.