Radio América. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, afirma que el crimen organizado transnacional es un negocio de 870 mil millones de dólares al año.
En tal sentido, diversos portales de la región especializados en estos temas, señalan que el comercio ilícito está vinculado a la defraudación aduanera, el cierre de empresas, la salud pública de los países y el crimen organizado.
Por tanto, las personas que se dedican al contrabando de productos, son parte de estructuras criminales y también realizan otros delitos como robo, lavado de dinero o cobro de extorsión.
Para el director Regional Crime Stoppers Internacional para El Caribe, Bermudas y América Latina, Alejo Ocampo, el crimen transnacional organizado y las estructuras terroristas en el mundo han movilizado a los contrabandistas del mundo y se han quedado con las plazas del contrabando o comercio ilícito en general.
Según el Foro Económico Mundial, colectivamente, el valor del comercio ilícito y las actividades delictivas transnacionales se estima entre 8% y 15% del PIB mundial.
“Las maras y pandillas del triángulo norte, la base de su poder es territorial, muchas veces donde los estados tienen poca presencia en el territorio ellos controlan el lugar, las rutas, los accesos, lo que se vende y no se vende”, indicó.
Jóvenes en actividades ilícitas
Es preciso señalar que el contrabando está convirtiendo a los jóvenes (menores) en delincuentes, a medida que el contrabando crece nutre a las organizaciones criminales de adeptos, generando un impacto negativo en la sociedad, destruyendo el futuro del país.
Además, las personas que se dedican al contrabando de productos, son parte de estructuras criminales y también realizan otros delitos como robo, lavado de dinero o cobro de extorsión.
“Hay que atacar la forma del delito en cada una de las jurisdicciones y entender la estructura y no atacar solo a un integrante de esta estructura porque si no se renueva, se arresta gente, pero hay otro grupo que está esperando para entrar al vacío que quedó”, asegura Ocampo.
Penas y penetración en el Triángulo Norte
Las penas pueden ir en ascenso dependiendo de los montos que se presenten y el perjuicio que puede ocasionar al Estado, y oscilan desde 3 hasta 12 años, esto según el país.
Ocampo es del criterio que las maras y pandillas del triángulo norte, la base de su poder es territorial, y en muchas veces donde los estados tienen poca presencia en el territorio ellos controlan el lugar, las rutas, los accesos, lo que se vende y no se vende.
“Las estructuras trasnacionales encuentran en el triángulo norte un terreno bueno para hacer su trabajo. Encuentran pandillas y maras, que son de alguna forma los brazos logísticos de estas estructuras transnacionales”, interpretó.
El ambiente de irregularidad, contrabando y evasión no genera empleos legales y bien remunerados, solo multiplica la pobreza, el contrabandista no provee condiciones favorables de trabajo, por lo contrario.