El empate o la derrota no estaba en el guión del Manchester United el día del fallecimiento de su máxima leyenda, Sir Bobby Charlton, cuyo espíritu impulsó a un equipo que sufrió para ganar 1-2 al Sheffield, colista de la Premier League y derrotado con los aciertos de McTominay y Dalot.
La visita del Manchester United no pudo llegar en peor momento para el Sheffield. Primero, evidentemente, por su estado crítico, sin victorias en su casillero, con apenas dos empates aunque a tiro de piedra de la salvación. Y, segundo, por las ganas de los hombres de Erik ten Hag de dedicar una victoria a Sir Booby Charlton, el mito de los ‘Diablos Rojos’ y de la selección inglesa fallecido este mismo sábado.
Su triste desaparición marcó un duelo en el que el United tampoco andaba muy sobrado. Embutido en la zona media de la clasificación con cuatro derrotas en su casillero, tenía que ganar sí o sí para no descolgarse de las cinco primeras posiciones.
Manchester United con varias bajas
Ten Hag tuvo que confeccionar un once marcado por su elevado número de bajas. Es una constante esta temporada en el United, pero para esta jornada, a las conocidas de Wan-Bissaka, Traoré, Shaw, Sancho, Lautaro Martínez, Malacia y Mainoo, se unió la de Casemiro, en la enfermería con problemas en un tobillo.
El técnico neerlandés apostó por Amrabat como ancla junto a McTominay y en la primera parte, menos un chispazo a la media hora y un arrebato en los últimos cinco minutos, el Manchester United mostró de nuevo su cara más gris ante un rival que tampoco andaba para tirar cohetes.
Las ocasiones casi brillaron por su ausencia y ambos equipos las exprimieron muy bien. Primero, el United, que abrió el marcador en el minuto con un remate mordido de McTominay, que después provocaría el tanto del empate desde el punto de penalti obra de McBurnie. El mediocentro escocés interrumpió con su brazo dentro del área la trayectoria de un centro y el árbitro Michael Oliver no tuvo más remedio que señalar una clara pena máxima.
El equipo de Ten Haag lo dio vuelta
El empate envalentonó a los hombres de Ten Haag, que justo antes del descanso sacaron a relucir su orgullo. En esos instantes de inspiración, Bruno Fernandes estrelló un lanzamiento de falta contra el larguero y se evaporaron las opciones del United de marcharse al descanso con ventaja.
Al Sheffield no le sentó mal el paso por vestuarios y en el primer cuarto de hora controló la situación. Pero fue un espejismo, porque el United reaccionó y ya no soltó a su presa hasta acabar con ella. Poco a poco arrinconó a los hombres de Paul Heckinbottom y las ocasiones comenzaron a llegar hasta dar en la diana.
Amrabat tuvo la más clara con un zapatazo que se estrelló contra el larguero y después, el más inesperado, fue quien desatascó un problema. Ni Garnacho, ni Martial, ni Rashford; tampoco Eriksen o Bruno Fernandes. Fue Dalot el autor del tanto que sirvió para honrar la memoria de Charlton con una victoria.
El lateral del United se sacó de la chistera un disparo con rosca desde la frontal que dio los tres puntos a su equipo, ahora octavo a cinco puntos de la Liga de Campeones, y feliz por ganar el día en el que falleció el jugador más importante de su historia. El espíritu de Charlton sobrevoló Bramall Lane y seguramente su carisma ayudó a los jugadores del United a sobrevivir en otro duelo irregular.
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