Roma, 8 nov (EFE).- El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) advirtió este lunes de que 45 millones de personas de 43 países del mundo se encuentran al borde de la hambruna, 3 millones más que a principios de año, y pidió ayuda financiera internacional para evitarla, cuyo coste es de 7.000 millones de dólares.
«Tenemos conflictos, cambio climático y covid-19 aumentando el número de personas con hambre aguda, y los datos más recientes muestran que ahora hay más de 45 millones de personas al borde de la hambruna», frente a los 42 millones a principios de año y de 27 millones en 2019, dijo el director ejecutivo del PMA, David Beasley, en un comunicado.
Beasley afirmó que «los costes de los combustibles han subido, los precios de los alimentos se han disparado -alcanzaron un máximo de diez años este mes, según el Índice de Precios de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación-, los fertilizantes son más caros y todo esto alimenta nuevas crisis como la que se está desarrollando en Afganistán, así como emergencias de larga duración como en Yemen y Siria».
El PMA y sus socios humanitarios intensifican sus esfuerzos para ayudar a millones de personas que padecen hambre, pero las necesidades superan los recursos disponibles, denunció el comunicado.
«El costo de evitar la hambruna a nivel mundial ahora es de 7.000 millones de dólares, frente a los 6.600 millones de dólares a principios de año», añadió.
El Programa lamentó que las familias que enfrentan una inseguridad alimentaria aguda se ven obligadas a tomar decisiones, como comer menos o saltarse las comidas por completo, priorizar la alimentación de los niños sobre la de los adultos e incluso, en casos extremos, alimentarse de hojas silvestres o cactus para sobrevivir, como ocurre en Madagascar.
En otras ocasiones, deben casar a los niños temprano o sacarlos de la escuela, y en Afganistán algunas «familias ya han tenido que vender a sus hijos en un intento desesperado por sobrevivir», según el PMA.
El PMA subraya que en Afganistán, casi 24 millones de personas han padecido hambre aguda, a medida que el impacto devastador de múltiples sequías se combina con un colapso económico que empuja a las familias al límite antes del duro invierno, y por eso la organización está aumentando su apoyo para ayudar a 23 millones de personas, pero necesitará unos 220 millones de dólares al mes en 2022.
En Etiopía, donde más de 4,3 millones de personas se enfrentarán a un hambre aguda, el PMA necesita 245 millones de dólares, y en el sur de Madagascar, donde el hambre severa afecta a más de 1,3 millones de personas, requiere de 69 millones de dólares durante los próximos seis meses.
En Sudán del Sur, hay 7,2 millones de personas que padecen inseguridad alimentaria grave, más de 1,4 millones se encuentran en situación de emergencia y 100.000 enfrentan niveles catastróficos de hambre. El PMA necesita con urgencia 568 millones de dólares.
En Siria, el PMA precisa de 700 millones de dólares hasta febrero de 2022 para seguir apoyando a unos 5,8 millones de personas, y en Yemen, donde más de la mitad de la población (16,2 millones) se enfrenta a un hambre aguda, el PMA pide 802 millones de dólares. EFE
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