Radio América. El secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Jan Egeland, durante una reciente visita esta semana al Centro de Atención al Migrante Irregular (CAMI) en la ciudad de Danlí, conoció el proceso de atención que se lleva a cabo en el departamento de El Paraíso, fronterizo con Nicaragua.
En ese sentido el NRC instó ante organismos nacionales e internacionales atender a una población meta de 2.1 millones de 3.2 millones de hondureños que se encuentran en situación de necesidad humanitaria.
“Las necesidades superan con creces la capacidad. En 2023 debe ver un aumento en los lamentables niveles de financiación del año pasado”, expresó Egeland en sus redes sociales.
El secretario general del NRC deploró en ese sentido que en Honduras las personas se enfrentan a los efectos combinados de la violencia, la actividad de las pandillas, los desastres climáticos y el abandono.
“Muchas personas aquí enfrentan situaciones similares a la guerra; debemos reconocer la gravedad de esta crisis”, externó el especialista noruego en resolución de conflictos.
Egeland mencionó que los jóvenes están migrando al norte en grandes cantidades o abandonando la escuela debido a la terrible violencia de las pandillas, los huracanes recurrentes, la pobreza y la desesperanza.
“NRC trabaja para mejorar las instalaciones escolares y mejorar la formación docente y la formación profesional”, agregó tras visitar también el municipio de La Lima, Cortés.
“En Honduras donde las pandillas, el narcotráfico y la violencia destruyen familias y obligan a las personas a huir. 3,2 millones de personas necesitan ayuda”.
Today in Danli, Honduras, speaking with two Venezuelan women on their way north. Both had passed through the hellish Darién gap. Many women passing though this transit centre speak of horrendous gender-based violence & extortion.
They must be offered safe routes & protection. pic.twitter.com/Bzj8RvsrMh
— Jan Egeland (@NRC_Egeland) April 22, 2023
Sin embargo, señaló que muchos medios, donantes y diplomáticos pasan simplemente por alto la profunda crisis “donde el sufrimiento está a la altura de las zonas de guerra”.
Antes de despedirse de la nación centroamericana expresó que migrantes de docenas de países se están mudando a EEUU en busca de seguridad y un futuro para ellos y sus hijos.
“Su sufrimiento es inmenso y prevenible: se les debe dar rutas seguras y esperanza en sus países de origen. Escuchar historias de familias con niños obligados a atravesar El Darién demuestra el fracaso de la comunidad internacional en reconocer la insensatez del sufrimiento humano”, apuntó.
En consecuencia, cerró diciendo que los equipos de NRC traen esperanza a estos pueblos, pero más naciones donantes deben mostrar solidaridad.
El Plan de Respuesta Humanitaria requiere de cerca de 280 millones de dólares para llegar a por lo menos 2.1 millones de personas en necesidad de diferentes índole.