Radio América. A criterio del vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Daniel Fortín, la obligación con la nueva factura era hasta terminar las que aún tenían vigencia para no incurrir en gastos.
En ese sentido el empresario manifestó que el Servicio de Administración de Rentas (SAR) y la Secretaría de Finanzas deberían validar las facturas que no han vencido.
“Representa un costo adicional el tener que desembolsar más dinero por parte de la empresa privada para mandar hacer nuevas facturas, eso definitivamente afecta el flujo de efectivo”, expresó Fortín.
El directivo de la CCIT comentó que si bien es cierto el costo es deducible del Impuesto Sobre la Renta (ISR), solamente sería en una parte.
“Lo ideal hubiese sido salir en obligatoriedad con las nuevas facturas en el momento que se vencieran los talonarios que se tienen de momento. Con eso nadie hubiera protestado por los costos”, expresó.
Comentó que en materia fiscal no hay carácter retroactivo y si antes de que saliera emitido el acuerdo del 12 de noviembre se podrían utilizar las facturas.
Muchas mipymes se han manifestado preocupadas porque tendrían que volver a imprimir nuevas facturas dejando de lado las anteriores que no incluían la columna referente a descuentos que el comercio otorga.
La titular del Servicio de la SAR aclaró esta semana que con el nuevo sistema de facturación se busca transparentar los descuentos y rebajas que los comercios otorgan a sus clientes, para evitar abusos como mecanismos para evadir el pago de impuestos.