Radio América. Mediante un documento público varios exministros y subsecretarios de Educación manifestaron que la educación debe continuar aún durante el distanciamiento social debido a la pandemia del Coronavirus, y por ende no existe ninguna posibilidad de clausurar el presente año escolar en el país.
CARTA PÚBLICA
Con la facilitación de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), capítulo en Honduras de Transparencia Internacional, varios exministros y ex viceministros de Educación nos hemos reunido para analizar la situación educativa en el contexto de la crisis sanitaria del COVID-19, lo cual nos motiva a hacer aportes y externar nuestras preocupaciones sobre la misma.
Sentimos nuestro deber de cooperar en el campo de nuestra experiencia y conocimientos en el sector educativo, y por ello compartimos para su consideración, como fruto de este primer encuentro, algunas sugerencias ante las autoridades educativas, otras instituciones del Estado, gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil:
1.Es fundamental comunicar un mensaje claro a toda la población de que la educación debe continuar aún durante el distanciamiento social, y que no hay ninguna posibilidad de clausurar el presente año escolar, lo cual puede llegar a implicar decisiones de cambio de jornadas y hasta de períodos educativos, pero jamás la cancelación de la educación de la niñez y la juventud hondureña.
En la crisis actual es muy importante el reforzamiento del liderazgo de la Secretaría de Educación, así como el fortalecimiento del liderazgo de las Direcciones Departamentales de Educación para lograr el mejor uso de su conocimiento, condiciones y oportunidades locales para desarrollar la mejor educación. Es importante reiterar la urgencia del liderazgo de directoras y directores de centros educativos de todos los niveles y modalidades, porque son ellos quienes más conocen la realidad de su contexto. Esto debe lograrse con el compromiso y participación de todos los sectores en un haz de voluntades por entregar a las generaciones futuras la formación y preparación que siempre se han merecido.
3.Es claro que enfrentamos un enorme desafío para que la emergencia no aumente las desigualdades de los hogares en pobreza. Las respuestas educativas deben ser innovadoras y considerar el uso de recursos de aprendizaje a través de medios con acceso en el área rural o zonas urbanas sin conectividad a internet o capacidades digitales. Esto no debe limitar el aprovechamiento al máximo de la actual cobertura de la telefonía celular, la radio y la televisión, así como de los canales educativos (Suyapa TV Educativa y Televisión Educativa Nacional TEN).
4.Creemos que la situación actual nos ha de llevar a una nueva normalidad, la cual debemos aprovechar para establecer la Escuela del Siglo 21, incluso en infraestructura; no aspiremos a regresar a la situación que teníamos en febrero de 2020, donde ya eran insatisfactorios los logros en términos de calidad y cobertura. Esta realidad o la transición a la nueva normalidad nos llevará incluso más allá del año 2021.
5.La nueva forma de educación, que ocurre durante el cierre de las escuelas y los meses posteriores a su reapertura, exige una participación más alta de las familias en sus hogares, lo que sugiere mensajes y campañas de comunicación, así como orientación para que ellos mantengan la disposición y la colaboración para intervenir en lo académico, especialmente con los niños en prebásica y en los que cursan primer y segundo ciclo de educación básica. El nuevo escenario cambia el aula por el hogar como el espacio de mayor aporte educativo, al mismo tiempo que redetermina las relaciones entre docentes y padres/madres de familia, espacio en que las modalidades alternativas de educación tienen mayor pertinencia.
6.Es meritorio también señalar que la solidaridad entre familias, aún y cuando no compartan pertenencia a centros educativos o incluso ubicación geográfica, debe volverse una nueva actitud en la sociedad hondureña.
7.En el marco de la responsabilidad de las familias y hogares, debe proveerse apoyo y suministros para que puedan cumplir esa función, incluyendo la entrega a ellos de la alimentación escolar, suministrar material didáctico gastable, libros de lectura y cuadernos de trabajo.
8.La circunstancia demanda y es propicia para alcanzar consensos sociales y políticos que, dejando a un lado intereses particulares o de grupo, fortalezcan la voluntad en el país para enfrentar la transformación requerida en el sistema educativo, un sistema que se enfoca en la superación de las inequidades, el logro de mejoras sostenidas en la calidad de los aprendizajes, la actualización tecnológica y el acceso y disposición de medios virtuales de aprendizaje.
9.La redefinición del trabajo docente en esta circunstancia exige la garantía de su empleo y sus salarios, la mejora de sus competencias, la disponibilidad de recursos tecnológicos (acceso a computadora o tableta electrónica) y conectividad, su motivación y el refuerzo de la importancia de su función, su trabajo en redes de apoyo y aprendizaje.
10.Las universidades públicas y privadas podrían responsabilizarse y distribuirse su apoyo a manera de padrinazgo a las redes educativas ya existentes, incluso con plataformas virtuales, para la mejora de las competencias docentes y las competencias de Directores/as y Asistentes Técnicos.
Sirva la oportunidad para ratificar nuestro apoyo al diseño del nuevo sistema de educación y reiterar nuestro compromiso para aportar hacia la construcción de nuevas condiciones educativas en las que prevalezcan la equidad en el acceso y la calidad de aprendizaje para todas las niñas, niños y jóvenes.
Nos suscribimos en fecha 28 de abril de 2020.
Por ASJ: Carlos Hernández – Director ejecutivo
Ing. Carlos Ávila Molina Dr. Marlon Brevé Reyes
Dr. Marlon Escoto
Dra. Rutilia Calderón
Información: Vilma Aceituno
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