(Redacción VOA) -Washington ha decidido un combate frontal a la corrupción en el Triángulo Norte de Centroamérica como antesala a la puesta en marcha del mega plan de revitalización de la región con 4.000 millones de dólares que tiene entre sus objetivos reducir las migraciones irregulares.
Eric Olson director de políticas estratégicas de la Fundación Internacional Seattle, considera que este es solo un primer paso, pero conlleva una señal alentadora y muy fuerte de la administración del presidente Joe Biden de combatir la corrupción en esos países.
Olson agrega en declaraciones a la Voz de América que muchas piezas se están moviendo en el rompecabezas regional, y para bien la sociedad civil también empieza a jugar un rol más protagónico.
“Pero hay que tener en mente que ésta no es la única o última lista, no incluye a todos los corruptos de la región, es una lista que se va ir ampliando en los próximos meses”, explica Olson.
En parte –dice- porque poner en la nómina esos nombres requiere al gobierno de Estados Unidos compilar información muy minuciosa con elementos suficientes para implicar a esas personas, los que al aparecer en la lista pierden sus visas o el derecho a obtenerla.
Por su parte Roberto Rubio del Centro Contra la Impunidad y la Corrupción en el Norte Centroamericano (CCINOC), opina que luego de hacerse pública la lista Engel es casi probable que comience a aplicarse sanciones financieras a los nombrados.
“No es cualquier cosa para los señalados aparecer en la lista Engel, hay consecuencias indirectas en términos financieros, ya sea con los bancos en los diferentes países o en Estados Unidos donde tendrán una serie de repercusiones muy serias», ahonda Rubio, integrante del recién creado centro conformado por organizaciones de la sociedad civil que luchan contra la corrupción en los tres países centroamericanos.
Que la lista incluya además políticos en actividad, pero también exservidores públicos, empresarios, y funcionarios de los aparatos legislativos y judiciales de los tres países es algo que de algún modo llama la atención, agrega Cynthia Arnson, directora del Programa Latinoamericano del Centro Woodrow Wilson, en Washington.
No obstante, esta experta en la región dice que Estados Unidos está poniendo su parte, pero hoy más que nunca toca a las sociedades centroamericanas hacer también su tarea porque el problema recae sobre sus propios intereses.
“Los países centroamericanos, sus instituciones y la sociedad civil, tienen la principal responsabilidad en la lucha contra la corrupción. La lista Engel proveniente del Congreso de EE.UU. y otros esfuerzos del Departamento de Justicia muestran que la comunidad internacional también posee instrumentos potentes para apoyarles», explica Arnson a VOA.
Pero Eric Olson enfatiza en poner atención también al mensaje político que conlleva esta lista para gobiernos como el de El Salvador, el que funcionarios de alto nivel de la Casa Presidencial y estrechos colaboradores de Nayib Bukele aparezcan en el listado es una señal muy fuerte para ese país.
Mirada interna al problema de corrupción
El esperado anuncio de este jueves en Washington ha levantado polvo en los países de la región que experimentan en carne propia la problemática de corrupción. Algunas investigaciones han surtido efectos gracias a trabajos periodísticos que han evidenciado casos, otros por las rendijas que abrieron las comisiones internacionales que intentaron meter diente a la impunidad y que los mismos gobiernos de los tres países uno a uno desmontaron.
Este viernes los principales rotativos de Guatemala, Honduras y El Salvador sentaron postura desde sus páginas editoriales sobre lo que implica para sus países, sus comunidades de lectores y la sociedad en general tolerar la corrupción enquistada en sus aparatos de gobierno.
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