Radio América. A través de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), el Ministerio Público efectúa nueve allanamientos de morada en Tegucigalpa, Francisco Morazán y Yamaranguila, en Intibucá, acciones relacionadas al recién capturado excapitán de las Fuerzas Armadas, Santos Rodríguez Orellana.
Posterior a los allanamientos , FESCCO y ATIC procederán al aseguramiento de 15 bienes inmuebles, siete sociedades mercantiles y 10 vehículos, mismos que serán traspasados a la Oficina Administradora de Bienes Incautados (AOBI).
A Rodríguez Orellana se le presentó un requerimiento fiscal por el delito de lavado de activos en perjuicio de la economía del Estado de Honduras junto a su esposa Jennifer Lizzeth Bonilla capturada en Tegucigalpa y su suegra Reina Lizeth Bonilla arrestada en una gasolinera en Santa Rosa de Copán, justamente en la salida a Ocotepeque.
De acuerdo a las investigaciones iniciadas años atrás, un testigo protegido originario del sector de Brus Laguna, Gracias a Dios, manifestó que el excapitán realizaba operativos en la zona y al encontrar dinero o droga no la declaraba en su totalidad quedándose con parte de lo incautado y las armas decomisadas eran llevadas a un grupo delictivo de La Ceiba denominado ZIPE.
Del mismo modo, Rodríguez Orellana participó en decomisos de vehículos donde se transportaban millonarias cantidades de dólares, y según testigos también está involucrado en la muerte de muchas personas incluido un informante de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA).
Asimismo, en escuchas telefónicas negociaba entrega de drogas luego que esta era robada a otras organizaciones criminales en el sector de La Mosquitia. Todo este dinero supuestamente era enviado a su esposa y suegra.
Posteriormente, al realizar el análisis financieros se pudo comprobar que durante el tiempo del excapitán en las Fuerzas Armadas recibió en concepto de ingresos brutos más de dos millones y medio de lempiras y en salarios netos 813 mil 918 lempiras.
Su núcleo familiar (esposa y suegra) tuvieron de acuerdo a los análisis bancarios y las fuentes de ingreso en el periodo comprendido entre los años 2010 a 2020, más de 238 millones de lempiras en ingresos no justificados.