Radio América. El vicepresidente del Colegio Médico de Honduras (CMH), Samuel Santos, relató este jueves que un empresario de la zona norte del país, intentó traer 2 mil 500 pruebas rápidas para donarlas al Hospital Mario Catarino Rivas, pero que “encontró trabas en la parte gubernamental porque se ve obligado a comprarlas a personas de aquí en Honduras”.
El empresario añadió que, al consultar el costo de las pruebas, mismas que se utilizan en el Seguro Social de Honduras, con un contacto en China este le detalló que su valor era de 5 dólares; pero que en el país cuestan $ 100 “una ganancia de $ 95 por cada prueba”.
Ante esto, el titular de la Agencia de Regulación Sanitaria de Honduras (ARSA), Francis Contreras, aseguró que dicha denuncia le “sorprende”.
“No puedo responder porque le querían vender a ese precio porque es algo que nosotros no manejamos ni regulamos, pero si le puedo decir que en Honduras hay 34 diferentes pruebas rápidas autorizadas, muchas de ellas están en los diversos laboratorios del país”, aseguró Contreras a través de América Noticias Estelar.
Mientras que detalló que, entre los 34 tipos de pruebas autorizadas para entrar al país, se encuentran estadounidense, europeas y asiáticas; mismas que han sido ingresadas por laboratorios, droguerías e importadores de equipos médicos,
Contreras agregó que doctor Santos no se ha comunicado con él en privado, pero que reitera su sorpresa al escuchar el “precio tan exorbitante”, y que existen pruebas europeas que pueden tener un costo alto, pero no de esa magnitud.
El también vocero del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager), reiteró que las pruebas rápidas “no son las mejores para diagnosticar el COVID-19”, y que, tanto a nivel nacional como internacional, se debe aplicar la PCR en tiempo real.