(EFE).- Honduras rozó el viernes los 3.700 muertos por covid-19 desde marzo de 2020, mientras que los contagios ya suman 153.253, informó el estatal Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
De 3.467 nuevas PCR de laboratorio procesadas, 1.028 dieron positivo, con las que el número de contagiados se elevó a 153.253, indicó el organismo sanitario en un comunicado.
Se suman 25 nuevos fallecimientos, que corresponden a distintas fechas, que dejan la estadística en 3.694.
El Sinager también registró 1.011 personas hospitalizadas, de las que 616 presentan un cuadro estable, 340 están graves y 55 en unidades de cuidados intensivos.
Además, 131 nuevos pacientes se han recuperado, con los que suman 61.587 los que se han salvado de morir por covid-19.
La pandemia de la enfermedad ha representado un duro golpe para el sistema sanitario del país centroamericano, que en 11 meses ha perdido 71 médicos, 17 de ellos en 2021.
De los galenos fallecidos este año, 11 se registraron en enero y 6 en lo que va de febrero, que se suman a decenas de enfermeras y otro personal sanitario auxiliar, desde que la pandemia se comenzó a expandir.
Una de los profesionales de la medicina, de 32 años, falleció hoy poco tiempo después de que llegó trasladada desde el occidente del país al Hospital Escuela, de Tegucigalpa, en una avioneta ambulancia de la Fuerza Aérea Hondureña.
Se trata de Karen Tábora, quien murió de un paro respiratorio en la unidad de cuidados intensivos del estatal Hospital Escuela.
Otros seis familiares de Tábora están contagiados con covid-19, mientras que una tía murió la semana pasada por la misma enfermedad.
El subdirector del Hospital Escuela, Franklin Gómez, dijo hoy que otros dos médicos fueron ingresados a ese mismo nosocomio contagiados con covid-19.
El jueves, la iglesia católica informó de que el cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, de 78 años, dio positivo con covid-19 y permanece hospitalizado en un centro privado de Tegucigalpa.
Rodríguez sigue hospitalizado en «condición estable» después de una noche -del jueves- en la que pudo descansar, indicó en un comunicado la Arquidiócesis de Tegucigalpa.
El cardenal es atendido por un equipo médico, se ha hidratado, está comiendo bien y no ha habido necesidad de colocarle oxígeno de alto flujo, ni menos intubarle, según la información oficial. EFE
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