-El obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, Ángel Garachana Pérez, manifestó en el marco de la Cuaresma que por primera vez, en sus 75 años, celebra una Semana Santa con «los templos cerrados, las calles vacías, los hospitales llenos» y «las funerarias en algunos países que no dan abasto para enterrar a los muertos».
En ese sentido expresó que el COVID-19 ha trastornado por completo la vida de los hondureños y de las naciones del mundo.
“Más de un millón de infectados en torno a 70 mil personas fallecidas y aún continúa el peligro del contagio”, subrayó.
El líder religioso hizo un llamamiento a la unidad a los hondureños, en especial a los de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, en donde el virus SARS-Cov-2 ha cobrado a la fecha la vida de 22 compatriotas.
“La situación de dolor, de sufrimiento, de angustia, de muerte, que estamos viviendo, nos ofrece la oportunidad de unirnos más intensamente a la pasión del Señor”, dijo.
En ese contexto exhortó a la ciudadanía a llevar nuestra propia pasión “con fortaleza, con valor, con ánimo y con esperanza” recalcó.
Finalmente insistió a los hondureños a quedarse en casa y convertir la casa en un templo y a la familia en una iglesia “en una asamblea doméstica a fin de que celebremos los misterios de la Semana Santa”, apostilló.
Cabe mencionar que la cifra de contagiados con coronavirus en Honduras aumentó el domingo a 298, mientras que los muertos se mantienen en 22 desde el sábado.
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