Radio América. El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER) emitió un comunicado este viernes en referencia al protocolo que se deberá tener en cuenta sobre la situación de los cadáveres en el marco de la emergencia por la pandemia del coronavirus en Honduras.
Las autoridades en ese sentido han determinado prohibir los velorios y cultos religiosos fúnebres, además de restringir el máximo de familiares en la comitiva de entierro a fin de limitar los contagios por COVID-19, virus que ya deja un total de 222 casos en el país con 15 muertes.
“Se prohíben los velorios por cualquier tipo de muertes que sucedan durante la pandemia por COVID-19 para evitar la conglomeración de personas en un mismo lugar”, enfatiza el organismo.
El creciente número de contagios en el país, la cifra de fallecidos que podrían elevarse a por lo menos una veintena en las próximas horas (tomando en cuenta que faltan decesos por confirmar) y los últimos acontecimientos sobre el tema han llevado al SINAGER a adoptar algunas medidas.
De los siete puntos en mención se señala la no realización de autopsias intrahospitalarias a personas fallecidas con sospechas o confirmadas por Coronavirus.
El impacto de la enfermedad ha conducido a la población a adoptar extremos en cuanto al tratamiento de víctimas, pues en algunos casos se ha podido observar como personal forense se ha visto limitado a realizar los levantamientos cadavéricos por riesgos de contaminación.
En otros casos pobladores han cerrado accesos a comunidades y colonias y de igual forma se han visto en el temor de la necesidad de cerrar el paso en algunos cementerios como ha ocurrido en el Valle de Sula en donde la tasa de mortalidad por la patología es de un 64%.