Radio América. El excongresista hondureño, Juan Antonio “Tony” Hernández, compareció este martes a la sala de audiencia para escuchar la lectura de sentencia en su caso relacionado al tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Previo a escuchar su sentencia de cadena perpetua más 30 años, Hernández asumió prácticamente su propia defensa ante el juez sin muestras de arrepentimiento, tal y como lo destacó la fiscalía..
En la comparecencia este mediodía el juez Kevin Castle le dio la palabra al imputado quien mostró su insatisfacción con el abogado Peter Brill, abriendo una serie de quejas.
En primera instancia “Tony” le preguntó al magistrado Castle si habían llegado al despacho doce cartas de su autoría para externar su inconformidad ante la presunta falta de atención de su apoderado legal.
Tony dijo al juez que insistió a su abogado para que le explicara lo relacionado a las violaciones de la Ley Brady, la que requiere examinar los antecedentes de las personas antes de la compra de un arma de fuego.
“No tuve respuesta hasta hace dos meses”, expresó Tony a la autoridad en el Tribunal de Manhattan.
«Este día es el primero que estoy con él personalmente discutiéndolo. No lo discutí con abogados anteriores ni con él hasta este día. Por eso mis cartas era para facilitarle cual era la problemática del abogado Brill para atender mi caso», dijo Tony.
Hernández acusado de cuatro cargos de narcotráfico a “gran escala” en los Estados Unidos, relató sentirse sorprendido al enterarse hasta este día que su sentencia sería hoy.
“Todo esto lo he escuchado por un medio de comunicación. Me sorprendí ayer cuando le dije al abogado cómo vamos a hacer con los puntos pendientes de las violaciones Brady”.
Hernández se sinceró diciendo que se ha sentido traicionado por la justicia norteamericana en el derecho relacionada a la sexta enmienda.
Respuesta del juez Castle
«Está equivocado (…) no he visto ni un ápice de evidencia ni un indicio alguno de ninguna violación Brady», respondió el juez ante al argumento de Tony, hermano del mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández.
En ese sentido el magistrado Castle reiteró a Hernández que tendrá derecho de apelar su sentencia mediante un recurso de casación.
Luego el juez y la Fiscalía arremetieron con argumentos sobre su ilegalidad que le llevó a aprovecharse del poder que le confería la ley hondureña mencionando varios detalles de su culpabilidad y hasta de su vida personal.
El juez Castel antes de emitir su sentencia final dijo a Tony que generalmente emiten las sentencias de los imputados en un tiempo corto posterior al veredicto.
“Generalmente tratamos de dictar sentencia dentro de las seis semanas posteriores al veredicto. En su caso, me pidieron que lo pospusiera para que pudiera llevarse a cabo en una sala de audiencias”, dijo el juez.
“Entiendo que esto es ahora un año y cinco meses después del veredicto. Esto es raro, nunca lo he visto”, le refutó Castle a Hernández.