Radio América. La jueza Karla Lizeth Romero Dávila, tomó promesa de ley el pasado 27 de enero a Xiomara Castro de Zelaya, la primera mujer presidenta de Honduras, en un acto histórico para el país y para su vida.
La jueza del Tribunal de Sentencia de Francisco Morazán ha sido consultada este día al respecto señalando que no siente miedo de haber hecho lo correcto pues se menciona sobre el riesgo de asumir responsabilidades legales y de presiones políticas en torno al acto.
Ante la crisis en el Legislativo con la conformación de la junta directiva para el periodo 2022-2026 la mandataria hondureña sorprendió al haber sido juramentada por la jueza de lo civil en el Estadio Nacional de Tegucigalpa ante más de 30,000 espectadores.
Esta acción ha sido interpretada por algunos sectores políticos como un desconocimiento a las dos juntas directivas que contienden en la actualidad por la titularidad del Congreso de la República.
“Yo no conozco ni desconozco a nadie”, respondió la letrada a la consulta, recalcando a la vez que ella sólo hizo lo que debía de hacer.
La profesional de las ciencias jurídicas se refirió en ese sentido a un concepto técnico de derecho conocido como “hecho notorio”.
“Es todo aquello que tiene trascendencia y no necesita acreditarse prueba porque es conocido por toda la ciudadanía”, detalló.
“Es un hecho notorio de que el Poder Legislativo no está en reunión ni está conformado porque tampoco tiene un presidente electo. Es por eso que yo no soy la persona que puede establecer una u otra situación en una u otra directiva”, aclaró.
Abundó que si ella se atrevía a hacer tal reconocimiento descalificaba su presencia en ese lugar y además de eso descalificaba sus facultades para proceder en la toma de promesa Constitucional.
“Entonces yo sólo traté de hacer lo correcto”, subrayó sin precisar más en detalle el momento que experimentó el jueves anterior en el recinto capitalino.
Romero manifestó que no comprende el porqué una de las partes en conflicto celebra algo en lo que ella no tiene facultad.
“No sé porque celebran algo en lo que no tengo facultades sobre reconocer a alguien. Lo que tienen que tratar de hacer es buscar la legalidad”, puntualizó.
Juez no política
La togada subrayó que estos actores deben buscar la instancia correspondiente para alcanzar su legalidad y que ella sólo es una juez de sentencia “no soy la vía para hacerlo”.
En consecuencia se limitó a manifestar si la Sala de lo Constitucional es el escenario ideal o el acuerdo político para solventar la crisis que opaca la asunción de Castro.
“Lo recalco y se lo digo a todo el mundo, yo no soy política, yo soy juez únicamente y me llamo a la objetividad y a lo que se puede acreditar”, sostuvo.
¿Si la propusieran para magistrada de la CSJ?
Se refirió en cuanto a las elecciones que se avecinan en la Corte Suprema de Justicia para la nominación de los magistrados y otros organismos contralores del Estado.
Radio América consultó a la jueza Karla Romero luego que en redes sociales la proponen como magistrada de la CSJ tras juramentar a la presidenta Xiomara Castro.
En ese sentido respondió: “si Dios ha forjado las llaves para abrir la puerta que me llevó a tomar esta promesa Constitucional, en hora buena. Pero si no se abren otras, aquí estamos”.
Romero con 28 años de experiencia en su profesión no niega que la aspiración de todo profesional del derecho es alcanzar una alta magistratura.
“Sería para mi carrera y para mi vida una satisfacción ver ese sueño realizado”, dijo a esta casa de radio en tomo aplomado.
Hecho histórico
En los primeros minutos de la entrevista la jurista comentó que tras la histórica juramentación a la primera mujer presidenta de la nación las cosas en su vida siguen igual y que nunca imaginó ser parte de dicho acontecimiento.
En todo el tiempo que lleva la instauración constitucional en honduras desde 1982 es el primer antecedente que surge de esta forma, recordó.
La juramentación a la más alta magistratura del país no se daba desde 1819 con el doctor Marco Aurelio Soto en la ciudad de Amapala en donde un juez de paz tomó su promesa, tal y como lo establece en la actualidad el artículo 244 de la Carta Magna.
En ese sentido resaltó que no tuvo miedo de hacer lo correcto pues se sentía acuerpada en base a derecho. “Honra si se apoya en el ejercicio de la democracia (…) me satisface mucho haber contribuido con es aparte de la historia”, añadió.
Karla Romero mencionó que tras el anunció de que ella tomaría promesa de Ley al día siguiente trataron de desacreditarla tratando de filtrar algunos procesos disciplinarios que no se encuentran firmes y que sólo le competen a la institución.