Tegucigalpa, 6 feb (EFE).- La corrupción le costó a Honduras 254.058 millones de lempiras (unos 10.300 millones de dólares) entre 2014 y 2018, lo que supone el 10 % y el 12,5 % del Producto Interno Bruto (PIB), dijo este jueves en entrevista con Efe el director del Foro hondureño Social de la Deuda Externa (Fosdeh, privado), Mauricio Díaz.
«Estamos hablando que la corrupción acumulada a cinco años es equivalente a un presupuesto global del país», subrayó Díaz.
Enfatizó que la corrupción, un flagelo arraigado en Honduras desde hace más de un siglo, está «planificada y estructurada para los próximos 30 años».
En 2014 los hondureños perdieron 37.947 millones de lempiras (1.540 millones de dólares al cambio actual) a causa de este flagelo, lo que representó el 10 % del PIB, según cifras del Fosdeh.
Esa cifra aumentó a 64.886 millones de lempiras (2.633 millones de dólares) en 2018, lo que supone un 14,7 % más a los 56.566 millones de lempiras (2.295 millones de dólares) que Honduras perdió en 2017 por la corrupción.
El alto costo de la corrupción plantea la necesidad de impulsar una «política pública verdaderamente vigorosa a efecto de atenuar y ojalá modificar esas políticas», señaló Díaz.
El dinero de la corrupción va a «las bolsas privadas de mucha gente que tiene que ver con inversionistas», pero también «al bajo mundo y a los que son proveedores de narco actividad, proveedores de grandes cosas que no requiere el país», explicó.
El director del Fosdeh aseguró que el crimen organizado, el sector privado y el público, son las instancias que aglutinan «más del 90 por ciento del destino o apropiación ilegal de recursos» producto de la corrupción.
Resaltó que el dinero de la corrupción es de la malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, nepotismo, lavado de dinero y fuga de capital, entre otros delitos.
Otras modalidades de corrupción son la sobrevaloración, el soborno, comisiones financieras ilegales, violación a la Ley de Contratación del Estado, evasión fiscal y extorsión.
Díaz insistió en la necesidad de tratar de «atenuar el plan estructurado para los próximos 30 años».
Señaló además la importancia de «fortalecer los esfuerzos» en el combate contra la corrupción.
Según un informe del Fosdeh, denominado «La estimación el impacto macroeconómico de la corrupción en Honduras» y presentado hoy en Tegucigalpa, este flagelo es «un verdadero obstáculo» para edificar un Estado de bienestar capaz de producir bienes, facilidades y oportunidades sociales que además aseguren un clima socio económico y político en los próximos años.
«Tanto la corrupción tradicional como la corrupción que se apropia del futuro, supone la existencia de barreras para fomentar el ascenso social», enfatiza el Fosdeh en su estudio.
La ciudadanía de estratos bajo y media está «atrapada entre los tres grande actores que promueven y se benefician de la corrupción» y, según su percepción, la solución es «abandonar el país» ante la falta de empleo, la inseguridad, la pobreza y los altos niveles de impunidad.
La corrupción en los últimos años «ha evolucionado hasta convertirse en un sistema agrupado tripartito, donde ya no sólo participa el político común, si no que pasó a formar una estructura organizada criminal compleja», subrayó el Foro Social.
«La política aparece como una instancia total, de la que los ciudadanos no se pueden abstener de insertarse en espacios políticos que se caracterizan por promover la ida de que no se necesitan méritos técnicos o profesionales para triunfar», señala el estudio.
Esa variedad de política partidaria promueve «el clientelismo» y «se afianza en prácticas corruptas de lograr beneficios de la política social». EFE
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