Radio América. El padre Carlos Magno Núñez en la homilía dominical dijo Jesús infunde vida y restaura lo que está enfermo en nosotros, esto haciendo referencia al santo evangelio según san Marcos (1,29-39).
“La fiebre está representando las facultades personales que nos impide amar de verdad, ciertamente solo podemos ser curados de nuestra fiebre cuando una mano amiga se posa sobre nosotros, nos toca y nuestra fiebre se calma”, reflexionó el sacerdote en ausencia del cardenal Oscar Andrés Rodríguez ausente por haber dado positivo al COVID- 19.
Núñez realizó la siguiente pregunta, ¿Cuál es mi fiebre?, y de manera expedita respondió, “nuestra fiebre es todo aquello que nos impide vivir hoy y que solo puede desaparecer en el contacto profundo con Jesús”.
Jesús es esa mano tendida que nos agarra para sacarnos de nuestra postración, para conducirnos al servicio de los otros, nuestra humanidad padece actualmente la fiebre de ideologías, violencia y del sin sentido, aseguró.
“Cuanta fiebre padece nuestra sociedad que nos hace observar con indiferencia los millones de hambrientos en el mundo, la violencia de las guerras y esas estructuras injustas que hunden a tantos pobres en la marginación”, lamentó.