La ONG Nuestros Pequeños Hermanos (NPH) ha abierto en Guatemala un centro de atención para 300 familias con niños en situación de pobreza extrema, informó a EFE el presidente de esa organización en Europa, el español Javier Adsara.
NPH, fundada en 1954, trabaja en México, Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador, Perú, Bolivia, República Dominicana y HaitÃ, paÃses en los que acoge actualmente a unos 9.000 niños extremadamente pobres.
De ellos, 2.700 están en régimen de tutela, a los que ofrece hogar, educación y sanidad hasta su incorporación al mercado laboral, sin tope de edad, o hasta su graduación en la universidad.
El nuevo centro de Guatemala se encuentra en la ciudad de Chimaltenango, en la Colonia de Santa Teresita, un área que Adsara recuerda que está calificada como «zona roja» por la pobreza severa de sus habitantes, el número de embarazos prematuros de niñas, la presencia de maras, la violencia y los niños abandonados.
El centro, explica, se ha habilitado en un edificio de tres plantas que es propiedad de la ONG, donde se desarrollarán programas de educación, salud y nutrición.
«Los empoderamos -según Adsara- para que los niños no queden en manos de la administración, sobre todo si son abandonados, y las familias queden unidas. Los acompañaremos hasta que sean autónomos, con ayuda de un equipo de psicólogos, para que se integren en sus sociedades».
El miércoles próximo está previsto un concierto solidario en la ciudad española de Barcelona para recoger fondos destinados al nuevo centro.
Y el 11 de octubre, DÃa Internacional de la Niña, se entregará a varias ONG en Guatemala el material conseguido en colaboración con la Fundación «Crecer Jugando», de Radiotelevisión Española, 5.000 juguetes nuevos.
Por otro lado, Adsara recordó que NPH cuenta con el único hospital pediátrico que hay en HaitÃ, «un paÃs con once millones de habitantes, de los que tres millones son niños», y donde un 60 % de la población sobrevive «con menos de dos euros al dÃa».
En ese paÃs, indicó, su ONG colabora con Unicef en un programa de protección a niños con discapacidad, pero actualmente, lamentó, «Haità ha desaparecido del panorama de programas de ayudas», es «un conflicto olvidado». EFE