La admisión pública del papa Francisco de que sacerdotes y obispos han utilizado a monjas como «esclavas sexuales» marca un nuevo capítulo de la crisis por los abusos sexuales que azota a la iglesia católica.
«Es la primera vez que el papa y la Iglesia como institución han admitido públicamente que esos abusos se han cometido. Eso es sumamente importante», reconoció satisfecha a la AFP la directora del suplemento femenino del diario vaticano «L’Osservatore Romano», Lucetta Scaraffia.
La historiadora y periodista italiana dedicó el número de febrero del suplemento a los casos de abusos sexuales a religiosas, desatando un nuevo escándalo en el seno de la milenaria institución.
La denuncia fue confirmada por el pontífice argentino, quien admitió que curas y también obispos han abusado por décadas sexualmente de monjas.
La admisión papal sorprendió a los periodistas que asistían a la tradicional conferencia de prensa concedida el martes por Francisco en el vuelo de regreso a Italia desde Emiratos Árabes Unidos.
«Hubo curas y también obispos que hicieron eso», dijo el papa, que nunca había tratado ese tema públicamente.
La Iglesia «ha suspendido a varios clérigos» y el Vaticano ha estado «trabajando (en este tema) durante mucho tiempo», confesó.
El escándalo se suma a la ola de denuncias contra sacerdotes pedófilos en numerosos países, desde Chile e Irlanda pasando por Estados Unidos y Australia.
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