Radio América (EFE).- Derrotado 0-3 por el Brighton, el Arsenal prácticamente se despidió de la Premier League, casi en poder del Manchester City, gracias a los tantos de Julio Enciso, Deniz Undav y Pervis Estupiñán que sirvieron en bandeja el título a los hombres dirigidos por Pep Guardiola.
El City, con una victoria, será campeón. Tendrá tres oportunidades para conseguirla siempre que el Arsenal gane sus dos compromisos: primero, en el Etihad Stadium ante el Chelsea después de enfrentarse al Real Madrid; si falla, el Brighton será su próximo rival a domicilio; y si vuelve a perder, también lejos del Etihad, frente al Brentford en la última jornada, podría proclamarse campeón.
La derrota del Arsenal colocó al cuadro ‘gunner’ a cuatro puntos de distancia del líder con un partido más que el City. Y uno de los culpables de la caída del equipo de Arteta fue Julio Enciso, que en la segunda parte abrió el camino hacia la victoria del Brighton con algo de polémica: remató a placer un disparo mordido de Pervis Estupiñán aprovechando que a Jakub Kiwier se le salió la bota tras un pisotón de Evan Ferguson que no revisó el VAR.
El tanto de Enciso no fue una casualidad. La joya paraguaya de un equipo de nivel se erigió como el villano del Arsenal, que necesitaba ganar sí o sí tras la victoria del Manchester City sobre el Everton (0-3) poco antes del inicio del duelo.
Con el agua al cuello por la presión del equipo de Guardiola, el Arsenal tenía que hacer frente a un rival que aún tiene mucho que decir en su pelea por entrar en Europa la próxima temporada. Antes del pitido inicial, el Brighton ocupaba la octava plaza a sólo dos puntos del Aston Villa y del Tottenham con un par de partidos menos.
Arteta no recuperó a ninguno de sus lesionados y sin Mohamed Elneny, William Saliba, Takehiro Tomiyasu y Oleksandr Zinchenko, confeccionó un once más que competitivo con jugadores solventes para ir a por la victoria. Sólo las ausencias de Saliba, Tomiyasu y Zinchenko descubrieron alguna grieta en la zaga, pero con Ben White, Kiwior y Kieran Tierney, el Arsenal se cubrió bien las espaldas.
Ambos equipos protagonizaron un auténtico choque de trenes, con mucha más posesión para el Brighton pero con más ocasiones para el Arsenal, que se quedó pronto sin Gabriel Martinelli por culpa de una entrada de Moisés Caicedo que dejó maltrecho su tobillo izquierdo.
A los veinte minutos salió del campo para dar entrada a Leandro Trossard, que protagonizó la ocasión más clara de todo el primer tiempo con un disparo que golpeó en el larguero de la portería defendida por Jason Steele.
Después, justo antes del descanso, pudieron marcar Buyako Saka y Martin Odegaard, pero el primero no acertó a empujar la pelota ante Steele y el segundo mandó fuera por muy poco un zurdazo desde el vértice del área.
En el otro lado, Aaron Ramsey solo tuvo que intervenir a un intento de Julio Enciso al inicio del primer acto, que concluyó en unas tablas que tras la reanudación se deshicieron muy pronto con el remate del mismo Enciso en la jugada polémica de la jornada.
Kiwior se desconectó apenas un segundo y su equipo lo pagó caro. Podría haber despejado descalzo, pero se centró en mirarse el pie. Pudo haber sido falta de Ferguson, pero le faltó experiencia para tomar la decisión correcta. Enciso lo aprovechó y decidió el partido.
Arteta, contra las cuerdas, no tardó en sacar a Thomas Partey y a Nelson Reiss para intentar dar la vuelta al marcador. Pero con media hora por delante, el Arsenal apenas pudo marcar con un disparo del segundo que no encontró portería.
Fue la única ocasión para acercarse a un posible empate que se diluyó definitivamente cuando Undav, que sustituyó a Enciso por lesión, aprovechó un error de la zaga ‘gunner’ para hacer el 0-2 a falta de cinco minutos para el final. Después Estupiñán hurgó en la herida con el 0-3 y el Arsenal dejó de lado su pelea por un título que, si no hay sorpresas, viajará rumbo a Manchester.
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