Radio América. Ante los cuestionamientos de Manuel Zelaya Rosales, quien dijo que, «hablar mal de Libre, es traición al partido y al pueblo hondureño», la ex-comisionada de la Policía Nacional y militante de la entidad partidaria, María Luisa Borjas, reaccionó, que, «no es delito participar en la candidatura al cargo de la coordinación general del instituto político, porque se necesita un cambio y nuevas ideas».
Ante esa situación, la dirigente de Libre, expresó, “nos están satanizando, acusándonos de traidores y tildándonos de quintacolumnas, cuando nosotros desde el 28 de junio (2009) hemos apoyado la lucha y estuvimos en la Presidencial, caminando en las calles, en los medios con la Resistencia y somos fundadores del partido”.
Borjas, además, calificó como, «descabellado que pretendan apuñalar a Wilfredo Méndez y a mí como quintacolumnas, infiltrados o traidores. Estamos casi en una dictadura que no se puede pedir cuentas, transparencia en todo, no solo en la parte financiera, sino en la toma de decisiones y en nombramientos de cargos en varias instituciones».
Decisiones buenas y malas
La entrevistada también afirmó que hay «descontentos» por las decisiones llevadas a cabo a lo interno de Libre y señaló que desde el 2012 hasta el 2020 el coordinador general Manuel Rosales ha dirigido el partido, tomando decisiones, algunas buenas y otras malas.
“Hay algunos tan fanáticos que endiosan a las personas y sublimes de que la palabra de alguien es un acto más fuerte que la misma Biblia, pero a mí, Dios no me ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio, y por eso muchos en Libre están de acuerdo con un cambio o darle oportunidad a otros.
Sin embargo, y pese a los señalamientos de Zelaya, María Luisa, aseguró en Radio América, que, «no existe ningún punto de quiebre en el partido, pero indicó, «el problema es que yo considere que ya es tiempo que nuevas autoridades dirijan a Libertad y Refundación para enrumbarlo de acuerdo a sus estatutos, sus principios y así poder fortalecer al instituto político».
Libre: «Un partido sin dueño»
“Libre no es de Mel Zelaya y tampoco de nadie, sino del pueblo quien tiene el derecho de pedirle a sus autoridades que quiere libertad de expresión», subrayó.
Continuó diciendo que en un partido democrático no se puede «satanizar» a una persona por una crítica sana o por verter opiniones que consideran que debe unirse y fortalecer más a Libre.
«Vamos a elecciones primarias en la cual debemos salir fortalecidos para enfrentarnos en los comicios generales a una dictadura; pero eso no se promueve haciéndonos de la vista gorda, apañando acciones y escondiendo algunas situaciones, debe ser al contrario, hay que limpiar la casa», enfatizó.
Ante los señalamientos de líderes de otros partidos políticos en que Libre estaría haciendo cogobierno, María Luisa, expresó, “tengan la plena seguridad que en el momento en que haya esas evidencias, yo lo voy a denunciar, porque eso sería una terrible traición».
«Traición»
La excomisionada policial, subrayó, “traición no es señalar las falencias para mejorar, traición es cuando no acatamos las disposiciones establecidas en los principios y estatutos de Libre, o, no respondemos a las necesidades de los seguidores y tomamos decisiones unilaterales sin las bases».
Insistió afirmando, «traición no es pretender hacer cambios que mejoren y fortalezcan al partido que nos cuesta a todos los que hemos sudado sangre y derramado lágrimas en las calles».
Ante esa problemática partidaria, la entrevistada consideró que en Libre se debe ser congruente con lo que el pueblo espera de sus autoridades.
Cabe mencionar que a través de redes sociales algunos seguidores de Libre acusan a María Luisa Borjas de estar prestándose para que el Partido Nacional debilite al coordinador de Libre, Manuel Zelaya Rosales.
Ante eso, Borjas respondió, “nunca he pertenecido al Partido Nacional y ni siquiera al Liberal, y las personas que hablan eso, lo hacen sin fundamento y por fanatismo.
Borjas reafirmó, «el hecho que yo me esté lanzando al cargo de coordinadora de Libre, no implica que somos traidores o infiltrados, cuando desde el 28 de junio hemos andado en las calles con el fin de recuperar el orden constitucional apoyando todas las actividades».
Información: Lesman Morazán