Guatemala, 19 nov (EFE).- El exembajador de Estados Unidos en Guatemala y diplomático retirado Stephen McFarland, en conjunto con el exjefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el colombiano Iván Velásquez, apelaron este jueves al cambio en la polÃtica anticorrupción de Centroamérica de la mano del futuro presidente estadounidense, Joe Biden.
En un foro digital auspiciado por la organización social Diálogos y la librerÃa local Sophos, ambas figuras lamentaron el «cambio radical» de los últimos dos años (2018 y 2019) que la administración del presidente Donald Trump implementó en la lucha contra la impunidad, que se vio «disminuida» y con un «efecto muy negativo», al menos en Guatemala.
Pero la victoria de Biden y su vicepresidenta, Kamala Harris, presentan un panorama alentador, teniendo en cuenta el «amplio conocimiento» de un polÃtico de carrera como Biden en el plano centroamericano, según coincidieron.
APOYO COMO VICEPRESIDENTE
Velásquez, quien dirigió a la CICIG entre 2013 y 2019, cuando concluyó el acuerdo no renovado por el Gobierno guatemalteco, pudo percibir «de manera directa el apoyo del vicepresidente Biden, principalmente en los años 2013, 2014 y 2015».
El colombiano agregó que, «sin la intervención del vicepresidente Biden, Otto Pérez Molina (expresidente guatemalteco) no hubiera prorrogado a la CICIG (en abril de 2015)». Semanas después, la misma CICIG presentó cargos contra la cúpula del Gobierno de Pérez Molina, actualmente en prisión por corrupción.
Sin embargo, en los últimos dos años (2018 y 2019) hubo una variación «real» de EE.UU., que avivó «el descaro de los corruptos guatemaltecos y creo que ahora el Gobierno de Estados Unidos se dio cuenta cuál era la realidad que se maquillaba durante el Gobierno de (Jimmy) Morales (2016-2020)», en opinión de Velásquez.
TERRITORIO CRIMINAL
«Guatemala y el norte de Centroamérica están en peligro de ser capturados por los grupos criminales», enunció McFarland, quien lideró la misión diplomática estadounidense en Guatemala entre 2008 y 2011.
El exembajador apostilló que el presidente electo Biden «conoce mucho de los lÃderes (de Guatemala y Centroamérica). Tiene mucho conocimiento de la región. Tiene un gran capacidad de ver a la gente, entender cómo sufre, sus necesidades. Es un hombre que conoce la tragedia. Ese factor humano también lo ayudará bastante».
En el plan que tiene junto a Kamala Harris hay «también un objetivo, no es sólo ayudar y castigar, sino que, con mejoras en la seguridad y en la transparencia, se puede fomentar más inversión, más crecimiento económico, más prosperidad y menor migración, por ende», soslayó McFarland.
Velásquez, por su parte, insistió en la importancia de enfatizar el apoyo global, con la futura administración estadounidense y la cooperación internacional, en fortalecer a las fiscalÃas de la región, asimilar y analizar las experiencias anticorrupción de la CICIG y las que hubo en Honduras y El Salvador y pensar, por qué no, en una alianza regional con una estructura supranacional que pueda investigar en los tres paÃses.
Pero, no será suficiente, asintió McFarland, sino es con una mayor presencia de los departamentos de Justicia y del Tesoro estadounidenses en las misiones diplomáticas y, también, «respaldar y proteger a los principales actores que trabajan por minar la corrupción».
Guatemala es uno de los paÃses más corruptos del continente según organismos internacionales y, de acuerdo a un informe divulgado por la CICIG, el paÃs se encuentra «cooptado» por empresarios y polÃticos corruptos, además del narcotráfico. EFE
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