Radio América. Un profesional de la microbiología en Honduras perdió la vida en las últimas horas bajo sospechas de coronavirus, informaron este martes sus familiares.
Se trata del doctor Julio César Licona, quien falleció al interior de su vivienda localizada en el barrio El Bosque de Tegucigalpa.
El infortunado con 22 años de trayectoria en el área de la salud se desempeñaba actualmente en el laboratorio del Hospital Escuela de la capital.
Los parientes de Licona detallaron que lograron confirmar su deceso la tarde del lunes a eso de las 3:00 p.m tras varios intentos de llamada a su teléfono celular.
“Nos sentimos impotentes ante la inoperancia de las autoridades correspondientes”, dijo entre lágrimas David Licona, hermano del occiso.
Los familiares se mostraban indignados ante lo acontecido pues tras 17 horas del fallecimiento ni personal del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) ni Medicina Forense se habían hecho presentes al lugar para activar el protocolo de levantamiento cadavérico.
Microbiólogo del Hospital Escuela fallece sospechoso de COVID-19 en Honduras
Los familiares se mostraban indignados pues tras 17 horas del fallecimiento ni personal del Sinager ni Forenses se habían hecho presentes al lugar para el levantamiento. pic.twitter.com/hA8YdhOWay
— Radio América HN (@radioamericahn) June 2, 2020
En las imágenes se observa equipos vestidos de bioseguridad, sin embargo, se trataba de compañeros de Licona realizando algunas gestiones para agilizar los trámites.
David comentó a periodistas que hace unas semanas su hermano (hoy fallecido) se comunicó con su madre y demás hermanos informándoles que se sentía mal de salud.
Tras la persistencia de los malestares David le consultó al doctor Julio si ya se había realizado las respectivas pruebas, teniendo de su parte la respuesta que estaban por salir los resultados.
El servidor público quien laboraba en la primera línea de lucha contra la pandemia residía sólo y se había auto aislado sin imaginar su fatal desenlace. Para confirmar su muerte familiares tuvieron que adentrarse a su vivienda en apoyo de elementos militares.
“Mi hermana a las 3:00 de la madrugada le empezó a llamar y llamar, pero nunca le contestó el móvil. Tuvimos que corroborar nosotros pero hasta las 3:00 de la tarde», describió.
La doctora Karla Pavón, jefa de la Unidad de Vigilancia de la Salud, detalló por su parte tener “corriendo” la primera muestra del 25 de mayo en el Laboratorio Nacional de Virología.
No obstante de eso, se requería de una prueba post mortem para poder verificarlas clínicamente al mismo tiempo y así reconfirmar la verdadera causa de su fallecimiento.
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