Radio América. “Es una preocupación que a principio de año se estén dando tantos hechos como estos”, manifestó hoy la coordinadora del Observatorio de la Violencia de la UNAH, Migdonia Ayestas, luego de seis masacres en los primeros 13 días del año 2019.
A su consideración esto solo da cuenta del reto y el mensaje que estarían enviando las organizaciones criminales del país.
Ayestas no pone en duda que la mayoría de los sucesos sangrientos en Honduras cuentan con la participación de la mara MS-13, Pandilla “Barrio 18” y carteles del narcotráfico.
Para la criminóloga es difícil poder definir cómo va a ser el año aun cuando la evidencia de seis muertes múltiples en primeros días de enero muestran que es complicado.
Al tema delincuencial, el narcotráfico y pandillas se le han establecido otros factores asociados a la violencia en la actualidad como la falta de empleo y la pobreza, dijo la analista.
“Cuando solo atacamos el problema de lo que se ve público y no lo que está abajo en la raíz del árbol, entonces hace descuidarnos de la falta de oportunidades y otros aspectos sociales que terminan siendo un caldo de cultivo para los jóvenes que terminan perteneciendo en grupos delincuenciales”, opinó.
Honduras sufrió ayer unos de sus fines de semana más sangriento de los últimos tiempos con la cifra de 8 muertes producto de dos masacres ocurridas en Tegucigalpa y Olancho. A esto se le sumaron otros hechos violentos.