Radio América. Un promedio de 3, 500 familias productoras de arroz han desaparecido a causa de la desgravación arancelaria estipulada en el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, aseguró el representante del rubro, Fredy Torres.
“Lo anuncié en el 2005, que, con el CAFTA, Honduras lo que estaba firmado era la muerte anunciada del sector agrícola y desde ese momento nosotros estábamos preocupados y sabíamos que el Tratado era largo, pero la agonía iba ir incrementado, y cuando llegáramos al 2015 se perdía la única esperanza de la barrera arancelaria por el orden del 45 por ciento», dijo.
Es decir, que los industriales que no quisieran comprar la producción nacional, podrían importar arroz desde Estados Unidos pagando el 45 por ciento como impuesto, luego se abren las puertas arancelarias en el 2016 bajando el 3.75 por ciento y esa disminución cada año.
En vista de los contingentes arancelarios, Torres, dijo que los industriales ahora no tienen la necesidad de invertir 660 millones de lempiras que cuesta la producción nacional, para tener el derecho de importar arroz al 0% del arancel.
Ante esa situación, el entrevistado indicó que Centroamérica y República Dominicana tienen listo y servido el último ciclo de los productores de la zona central, pero no para los arroceros del departamento de Atlántida y Colón quienes ya están fuera de combate, debido a que comienzan las siembras en octubre y noviembre, pero con la cosecha de enero y febrero ya no tendrían ninguna opción.
En ese sentido, el productor nacional lamentó que el Gobierno de Honduras no formó una comisión para evaluar el impacto de la desgravación arancelaria en el sector agrícola.
Señaló que en Honduras habían más de cinco mil familias tradicionalmente productoras de arroz, sin embargo, a partir del 1 de enero del 2016 esa cantidad ha disminuido por la apertura de la desgravación arancelaria.
«Hoy no llegamos ni a 1,150 y es lamentable, porque estas personas sin la preparación adecuada del campo se han trasladados a las ciudades prácticamente a fracasar, por no estar preparadas para esa vida social y también muchas han emigrado a Estados Unidos», detalló.
“El impacto social es enorme y si no hay una sorpresa, Honduras tendrá que importar 4.5 millones de arroz que se consume anualmente, al mismo tiempo, exportar estos productores hacia Estados Unidos», sostuvo.
Información: Ricardo Castillo