Radio América. La exdirectora de Medicina Forense, Julissa Villanueva, fue la invitada de este martes en el programa Doble Vía, dirigido por el periodista Rodolfo Colindres, para hablar sobre la muerte por COVID-19 un privado de libertad en el centro de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara.
El pasado 20 de abril el reo falleció, el 21 de abril se presentó un informe de medicina forense donde se determinó su causa de muerte por “paro cardiaco”, posteriormente se cambió a Coronavirus, aunque las autoridades del centro penitenciario han indicado que la víctima no presentaba síntomas del virus.
“Lo que estamos observando es que la gran mayoría de las actuaciones del gobierno se están alejando de la ciencia, la investigación científica no esta resultando ser el pilar fundamental en la actuación de las personas que están dirigiendo la epidemia, lo que vemos es que prevalece es la improvisación, una serie y cadena de errores que parecieran que van encaminados a sumirnos en una crisis de todo nivel”, manifestó.
Villanueva señaló que la falta de integración de profesionales capaces en todas áreas del país, Salud, Educación, preventiva, está quedando en evidencia durante la crisis sanitaria que vive el país.
“Ya tenemos una crisis por la epidemia en el mundo, pero en Honduras se siguen sumando las crisis de los incendios, corrupción, robos, impunidad, descalabros y ahora crisis en los centros penitenciarios”, dijo.
La exfuncionaria aseguró que “es sorprendente” que los protocolos de bioseguridad y los lineamientos que son conocidos por todos “no se cumplen y se quedan en papel”, lo que demuestra que “estamos inmersos en una fata de transparencia y conocimiento científico”.
La doctora añadió que, el no seguir los protocolos de seguridad dentro de las cárceles para evitar que los reos se contagien de cualquier enfermedad, en este caso COVID-19, hace parecer que la “actitud de las personas que trabajan y los dirigen, pretenden de manera incompetente que los reos no gocen de una salud integral”, algo que también se muestra en los asilos de ancianos, orfanatos, guarderías y en la población en general.