La Alcaldía de Río de Janeiro impuso este lunes una multa equivalente a 10.000 dólares a la Conmebol por las aglomeraciones y las violaciones a los protocolos sanitarios contra la covid-19 registrados el sábado en la final de la Copa América en el estadio Maracaná.
La Alcaldía justificó la sanción por las aglomeraciones que sus fiscales constataron frente a las taquillas del legendario estadio carioca de hinchas, muchos de ellos sin el uso de la mascarilla y sin mantener la distancia prescrita, que fueron a buscar sus entradas para asistir al partido en que Argentina venció por 1-0 a Brasil y conquistó el título.
La multa impuesta por el Instituto de Vigilancia Sanitaria por violaciones a las medidas sanitarias de la ciudad y a los propios protocolos sanitarios con los que la Conmebol se comprometió asciende a 54.000 reales (unos 10.800 dólares).
Ante una petición extraordinaria de la Conmebol, la Alcaldía de Río de Janeiro autorizó a última hora la presencia del público en el estadio, hasta el 10 % de la capacidad del Maracaná, y la entidad deportiva distribuyó 1.000 entradas a patrocinadores y autoridades, y autorizó a cada rival a distribuir 2.200 boletos.
Según la Secretaría de Salud, los fiscales que acudieron el sábado al Maracaná constataron «aglomeraciones en los accesos al estadio, desorganizaciones en la distribución de las entradas a los invitados, violación a la medida que determina una distancia mínima de 2 metros entre los aficionados, el no uso de máscaras de parte de los hinchas y el ingreso al estadio sin pruebas negativas de Covid».
El seleccionador brasileño, Adenor Leonardo Bacchi «Tite», fue el que mejor resumió lo ocurrido: «Es imposible organizar una competición de esta grandeza en tan poco tiempo».
En la final de la Copa América Argentina, con gol de Ángel Di María, se impuso por 1-0 a Brasil, anfitrión, campeón en 2019 y favorito, y conquistó su primer título tras 28 años de sequía. EFE