Radio América. El cardenal, Oscar Andrés Rodríguez, en su homilía dominical, señaló que nadie le puede quitar la vida a nadie, porque Dios nos ha llamado a vivir y quiere que colaboremos con la vida.
“En la vida del señor la acción de gracia y alabanza ocupa un lugar central, el amor de Dios está en el origen de todo. Nuestra vida es un acontecimiento que podía no haber existido, pensemos en los millones de niños abortados que se les privo el don de la vida”, expresó.
Rodríguez Maradiaga recalcó, “Dios mismos nos ha llamado a vivir y quiere que colaboremos con la vida, nadie le puede quitar la vida a nadie, que me escuchen los sicarios que a diario quitan la vida a otras personas”,
El purpurado, dijo que Dios no tiene privilegios con nadie. “El Dios de Jesús no puede ser aceptado porque no somos sencillos, porque podemos estar llenos de prejuicios, en cambio aquel que es humilde y sencillo sabe aceptar a Jesús y a su santa palabra”.
En ese sentido manifestó, “los sabios de este mundo tienen el orgullo que se vuelven su propio Dios, el soberbio y el orgulloso él mismo se hace Dios”.
Rodríguez Maradiaga, soslayó “el remedio de la peste es la honestidad, cualquier parecido con la realidad hondureña se queda pequeña”, citando el libro “La Peste” del filósofo francés Albert Camus.
Citando las lecturas del día, el Cardenal detalló que, en la palabra de Dios, el verbo conocer significa amar, “podemos decir te salva quien te ama y quien te ama es capaz de dar la vida por ti, todo el personal de salud que está atendiendo las personas, no están ahí por un salario sino por que aman la vida”.
También dijo que aquellos que rechazan a los que están enfermos, los que discriminan y están con actitudes de soberbia no son cristianos, “todo aquel que le quita la vida a otras personas no es cristiano”, reiteró.