Radio América. Cerca del 1,000 hondureños se concentraron la noche del martes en la Gran Central Metropolitana de Buses de San Pedro Sula para tomar camino a los Estados Unidos.
Esto medio de un nuevo movimiento migratorio que se produce en el instante en que el presidente estadounidense Donald Trump insiste en endurecer su política antiinmigrante.
Pese al peligroso “sueño americano” y los testimonios de compatriotas que han vivido la difícil experiencia, un centenar de connacionales no han detenido su marcha abordando carros particulares y buses.
Otra caravana
De acuerdo a las informaciones, un grupo se dirigía en las últimas horas a la frontera de Corinto con Guatemala y otro hacia el sector de Agua Caliente en Ocotepeque.
La caravana, convocada a través de las redes sociales, sorprendió a las autoridades que, junto a algunos expertos, esperaban que la nueva convocatoria fuera ignorada por los migrantes, como ya había ocurrido varias veces desde febrero.
De la cifra antes mencionada al menos 200 a 300 personas esperaron hasta este día a que salieran los rayos del sol para tomar rumbo a expensa del riesgo que puedan sufrir en el enorme trayecto de aproximadamente 3,000 kilómetros.
En el grupo en el que se conducen niños y jóvenes un padre de familia fue abordado manifestando “discriminación” por su estrato social comentando que desde hace más de cuatro meses ha solicitado trabajos en varios lugares.
Desde el 13 de octubre, cuando salió la primera caravana con unas 2,000 personas, han partido al menos tres caravanas más, con migrantes que huyen del desempleo, la falta de oportunidades y del terror que siembran las pandillas y los narcotraficantes.