Picos, rebrotes, infecciones, muertes, el mundo se acostumbró a estas palabras en torno a la COVID-19; América (18.031.681 contagios) y Europa (7 millones de infecciones) luchan por contener el virus que ya suma 37,6 millones de afectados a nivel mundial, pero ahora el foco de atención está en las secuelas del virus en los recuperados.
En un momento en el que los casos por coronavirus siguen multiplicándose a velocidades distintas en varios países, los muertos a nivel mundial están en 1.078.699, de los cuales América ya suma 590.000, tras una jornada en la que se reportaron 5.500 nuevas muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y es que de ese gran total, también está Latinoamérica al registrar más de 10 millones de casos y 368.000 occisos en una región que al cumplir 7 meses de pandemia trata de evitar nuevos confinamientos, como ocurre en algunos países de Europa.
EFECTOS A LARGO PLAZO
Mientras que el mapa de la Universidad Johns Hopkins sigue actualizando el registro de casos, Estados Unidos se resiste a salir del primer lugar como país más afectado con 7,7 millones de infectados y 214.985 muertos, seguido de India (7,1 millones y 109.150 decesos) y Brasil en tercer lugar con 150.689 decesos y 5.103.408 de contagios.
Además de la situación en América, ahora es Europa que tras haber bajado los números de contagiados y fallecidos nuevamente con los rebrotes ha disparado las cifras generando preocupación en las autoridades sanitarias.
Pero más allá de esta situación, lo que realmente está generando alerta son los recuperados. La directora técnica de la OMS para la COVID-19, Maria Van Kerkhove, señaló este lunes que ya no sólo son preocupantes los casos graves y las muertes por COVID en el mundo, sino también los efectos secundarios de la enfermedad en pacientes que ya la han superado.
Los pacientes recuperados ya son más de 28,4 millones a nivel mundial, tres de cada cuatro, y de los más de 8 millones de casos activos un uno por ciento (68.000) se encuentran en estado grave o crítico.
Y aquí es donde está la preocupación ya que «sólo ahora empezamos a ver estos efectos en corazón, cerebro, pulmones o salud mental», añadió la experta para explicar por qué sigue siendo importante combatir el aumento de los contagios pese a que la mortalidad del coronavirus sea ahora relativamente baja, de sólo un 0,6 por ciento de los casos.
Ejemplo de esto es lo ocurrido hoy con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, quien se encuentra en tratamiento de hierro luego de desarrollar una anemia ocasionada para el manejo médico que utilizó para recuperarse de la COVID-19 que contrajo en septiembre pasado.
PROTESTAS Y CORONAVIRUS
La situación de protestas en Costa Rica en contra de un préstamo por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elevado las tensiones en medio de la pandemia, luego de que un grupo de manifestantes y la Fuerza Pública se enfrentaran este lunes en las inmediaciones de la Casa Presidencial.
El país se ha convertido en el foco de atención debido a que casi 40 contenedores con insumos médicos para combatir la COVID-19 en Centroamérica están a punto de colapsar tras permanecer varios días varados en la frontera entre Panamá y Costa Rica, que sigue bloqueada por las protestas.
A causa de las manifestaciones, que comenzaron el 30 de septiembre, cerca de «1.100 contenedores» están varados en el área de Paso Canoas, la principal frontera entre los dos países, de los cuales «37 llevan medicinas, insumos y oxigeno» para combatir el virus, dijo a EFE el presidente de la Cámara Nacional de Transporte de Panamá (Canatra), Andrés Muñoz.
Al menos 422.400 personas se han contagiado de la COVID-19 y más de 8.000 han muerto por la enfermedad en Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, de acuerdo con los datos de los gobiernos. EFE