“Ningún país del mundo ha hecho lo que Honduras logró en poco tiempo en materia de seguridad. Después de vivir años de barbarie, hoy Honduras es un país de relativa paz”.
Las palabras del presidente Juan Orlando Hernández durante las celebraciones del Bicentenario continúan dando haciendo eco.
Hernández, además, recordó que la tasa de homicidios era de 86 por cada cien mil habitantes cuando él asumió el gobierno, y ahora bajó a 38 por cada cien mil, lo que ayudó a que Honduras dejara de ser el país más violento del mundo.
“Hace casi 8 años recibimos un país que iba camino al despeñadero. Estábamos a punto de convertirnos en un Estado fallido, y en un Estado controlado por el mundo criminal”, señaló.
Pero cuando yo era presidente del Congreso Nacional comenzamos a tomar medidas aprobando decenas de leyes y medidas anticrimen –prosiguió diciendo.
El presidente Hernández destacó que se desarticularon todos los cárteles de la droga que operaban en el país, se destruyeron narcopistas y narcolaboratorios, se entregó en extradición a todos los cabecillas, otros se entregaron, y otros guardan prisión en Honduras.