Real Madrid trasladó su mejorÃa a la Liga de Campeones para corregir su posición y quedar a tres puntos de acabar entre los ochos primeros, con el objetivo de evitar la ronda previa de octavos, después de golear con tantos de su tridente a un modesto Salzburgo.
Tan superior como para permitirse iniciar el partido sin intensidad y hacer sentir a un Salzburgo sin pegada que tenÃa opciones de marcar en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid se permitió un paseo sin desgaste en la Liga de Campeones para mejorar su situación clasificatoria.
Del inicio para el olvido, con un disparo cerca del poste de Gloukh como acción en la que el Salzburgo se sintió más cerca del gol, el Real Madrid pasó en un abrir y cerrar de ojos a exhibir pegada. No habÃa aparecido el tridente hasta el minuto 23 cuando Mbappé abrió a VinÃcius, cuyo centro mató Bellingham y mandó a la red con precisión en su disparo cruzado Rodrygo. El primer tanto de ‘mÃster Champions’ tardó en llegar en esta ocasión en su competición preferida.
Es la reivindicación continua del jugador que más débil se siente del tridente. La respuesta en forma de goles, ocho en sus nueve últimos partidos, a los que le sitúan en el banquillo en los dÃas señalados si Ancelotti retoca su sistema tras lo acontecido en el clásico de la Supercopa, en un curso en el que no ganó ninguno de los duelos de grandeza.
Un mejor Real MadridÂ
El Real Madrid ya mandaba con balón. El Salzburgo comenzaba a sufrir. Bellingham exhibÃa facultades en el robo, en la creación y pisando área rival con criterio. Un futbolista total. En un gesto repleto de talento, con un taconazo, devolvió la pared que le tiró Rodrygo. Beneficiado del intercambio de posiciones arriba, partió de su zona natural, la izquierda. Hacia dentro, para enganchar un disparo con comba inalcanzable a la estirada de Blaswich.
El partido quedaba expuesto a la voluntad del Real Madrid, a sus ganas de sumar goles para cambiar el sabor de boca de una ‘Champions’ con nuevo formato que se le atragantó con tres derrotas y un aspecto que estaba obligado a corregir: once goles recibidos en seis partidos. Acabaron siendo doce con Courtois de espectador aunque por entonces ya goleaba gracias a la bisoñez del rival.
En una nueva arrancada de Rodrygo con pase a la velocidad de Mbappé, llegó el corte de la zaga y el exceso de confianza de Blaswich. El portero quiso recortar y acabó regalando el tanto a Kylian que extiende su dulce momento. Ya sólo quedaba por sumarse a la fiesta VinÃcius, que es capaz de pasar de enchufarse en una acción eléctrica.
Modric eterno
La visión de Modric a la espalda del lateral se asoció con la velocidad de ‘Vini’, que encaró en carrera, recortó y definió asociando la potencia a la confianza. Un gol que cambió el rumbo de un mal enero. El cuarto tanto madridista en cuatro disparos a puerta.
El escenario dio espacio para los descansos seleccionados de Bellingham y Ceballos, los titulares que más kilómetros recorren por partido, de Mbappé, Rodrygo o Rüdiger. Salió beneficiado de su baja en Liga VinÃcius para dar forma al quinto, plácido ante un rival que apenas cometió faltas y no realizó una entrada fea.
Rompió el brasileño por el centro y libre de marca, superó la salida del portero que realizó una única parada, brillante, en el vuelo al disparo a la escuadra de Brahim. El esfuerzo del conjunto austriaco acabó encontrando el tanto de la honra, apenas el cuarto en la competición, con un disparo potente arriba de Bidstrup.
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