Radio América. Cuatro miembros de diferentes organizaciones criminales implicados en el cobro de extorsión han sido capturados en las últimas horas por la Fuerza Nacional Anti Mara y Pandillas (FNAMP) en dos operaciones desarrolladas en la capital hondureña.
Los capturados eran responsables de la ola de intimidación y amenazas a muerte que venían recibiendo los pequeños comerciantes y transportistas de diferentes zonas de la ciudad a quienes les exigían dinero semanalmente por concepto de extorsión.
Dentro de los detenidos se encuentra un menor infractor quien es prófugo del centro de menores Renacer.
Las acciones se desarrollaron bajo un escenario producto de los intensos trabajos de inteligencia e investigación que han emprendido equipos especiales de la FNAMP.
La primera operación se desarrolló en la colonia Japón, del sector El Picachito, donde se detuvo a un miembro activo de la banda criminal “El combo que no se deja” quien según las investigaciones era responsable de generar el cobro indiscriminado de extorsión en esta zona de la ciudad.
Se trata de un menor infractor de tan solo 16 años de edad identificado por las autoridades con el alias de “La Mascota”, quien fue sorprendido por los agentes al momento que realizaba una ronda de cobro.
Operaciones antiextorsión
La segunda operación se desarrolló en la colonia La Pradera de Comayagüela donde producto de los trabajos de vigilancia, seguimiento e inteligencia que venían desarrollando equipos policiales lograron capturar a tres miembros activos de la organización criminal pandilla 18.
Los capturados han sido identificados por las autoridades como Ivan Alfonso Martínez Euceda de 25 años, conocido en el mundo criminal con el alias de VIP, Jonás Pineda Pérez de 24 años, conocido criminalmente con el alias de Beto y Daysi Daniela Moncada González de 23 años.
Al momento de la captura de los tres los agentes les han decomisado un arma de fuego tipo pistola calibre 3.80 mm con su respectivo cargador y municiones por la cual se les ha dado apertura nuevas líneas de investigación.
La idea es verificar si el arma habría sido utilizada en los hechos violentos que se han suscitado en días recientes en la capital.
Así mismo se les decomisó dinero en efectivo producto del cobro de extorsión y dos teléfonos celulares.
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