Radio América. El pastor, Alberto Solórzano, considera que “es una lástima”, que en medio de la pandemia por COVID-19 que afecta al país sigan existiendo actos de corrupción.
“Creo que lo que estamos viviendo es un momento que demanda mucho sentido de responsabilidad en el uso de todo el recurso, el recurso que no le pertenece a uno tiene que ser administrado de forma apropiada y correcta, pero hay muchos señalamientos, lo que comunica mucha desesperanza a la ciudadanía”, dijo durante su participación en el programa Doble Vía.
El representante lamentó que, junto a los problemas de salud, emocionales y económicos que ha provocado el COVID-19 tras 4 meses de estar en el país, el hecho que se hable de actos de corrupción y sobrevaloración en la compra de insumos “viene a caer como una lápida muy pesada en la espalda de la ciudadanía”.
Con respecto a la participación de la Iglesia Evangélica en este tema, Solórzano indicó que ellos no son un ente investigativo, y dado que hasta el momento no se ha demostrado legalmente que haya corrupción, no pueden “correr a señalar y juzgar a la gente”, agregando que “no se puede obviar que en este caso hay intereses políticos”.
“Nosotros estamos como Iglesia acompañando esfuerzos que tienen que ver con lo correcto, nosotros estamos en negocios con el Gobierno, no estamos participando en compras, vendiendo mascarillas ni gel, no estamos metidos en negocios de salud ni educación, estamos tratando de ver como podemos ayudar como ciudadanos para que alginas cosas cambien en el país”, afirmó.
Solorzano agregó que las investigaciones en los casos de posible corrupción en la pandemia, entre ellos la compra de los hospitales móviles por Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H), deben continuar de forma acelerada para que se pueda deducir responsabilidades en caso de demostrarse culpabilidad, y de esa manera eliminar la duda que acongoja a los hondureños.