Radio América. En la homilía de este domingo el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, se refirió a las nuevas lenguas que podrán abrir las barreras que impiden a los seres humanos comunicarse y relacionarse como hermanos y así hacer posible la paz y fraternidad en el mundo.
“Es una lengua nueva que tenemos que hablar en nuestro mundo, en nuestra realidad donde cada día hay enemistades, odio y crímenes. Necesitamos hablar lenguas nuevas, las lenguas de la paz, de la justicia, del amor, de la reconciliación y del perdón”, expresó el religioso.
Seguidamente, dijo que tomarán serpientes en las manos y si beben algún veneno no les hará daño porque aplicarán las manos a los enfermos y quedarán sanos.
Las serpientes y venenos están hoy en la humanidad que mata y la imposición de las manos implica empeñarse todos en erradicar esta pandemia de la covid-19 cumpliendo las medidas de bioseguridad en la medida de lo posible, recibiendo esas vacunas como una puerta para no seguir en lo mismo, esto implica un cambio futuro en las vidas y en la sociedad, continúo manifestando.
Lo anterior son señales de la liberación, amor y la vida, son las que deben identificar a quienes tratan de seguir a Jesús. La buena noticia debe ir siempre acompañada de signos liberadores, “necesitamos experimentar en nosotros esa profunda liberación que nos trae el evangelio para transmitirla a los demás, estamos llamados a ser testigos de vida y esperanza”, agregó Rodríguez.
Ascensión
El purpurado mencionó que no ha de ser un mito la ascensión, apuntando que es una llamada, un camino, un programa.
“Todos estamos llamados a la ascensión, pero la ascensión no es como quien entra a un ascensor y sube al piso 20, la ascensión es algo progresivo, cada vez que vamos erradicando de nosotros el mal, los malos sentimientos y deseos, cuando vamos sacando el pecado, vamos ascendiendo progresivamente”, ejemplificó.
Finalmente, aludió que cada vez que “nos humanizamos, más creceremos en este don que nos ha dado Dios que somos todos hermanos y por consiguiente, no debe haber divisiones y odio entre nosotros”.