RADIO AMÉRICA._ La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) solicitó a la Unión Europea (UE) que retrase la implementación de su nueva ley contra la deforestación ante el impacto negativo que la normativa podría tener en las exportaciones de café de la región, informó este miércoles una fuente oficial.
La declaración final de la primera Cumbre del Café de la Celac celebrada la pasada semana en Honduras, cuyo texto fue difundido hasta este miércoles por el Gobierno hondureño, pide a la UE «postergar» la implementación del reglamento que debería pasar a ser efectivo el próximo enero de 2025.
Los 33 países que integran la Celac expresan a la Comisión Europea «la disposición de trabajar en forma conjunta para entablar un diálogo real y efectivo» para encontrar mecanismos que permitan cumplir con el objetivo de reducir la deforestación y la degradación forestal, atendiendo las realidades y capacidades locales, así como la legislación nacional».
Nueva norma
La nueva norma de la UE entró en vigor hace un año en fase de pruebas y debería pasar a ser efectiva el 1 de enero de 2025, si se cumplen los plazos previstos, para garantizar que los productos como el café que lleguen al mercado único están «libres de deforestación».
Los países de la Celac se mostraron «muy preocupados por los efectos d la crisis climática» sobre el sector cafetalero en la región, donde se produce el 60 % del grano del mundo, con el 70 % de la especie Coffea Arábica, la más vulnerable, lo que podía generar una reducción de la producción en más de un 50 % en los próximos años.
Estándares «inalcanzables»
La mayor parte del café se exporta como «una mercancía no procesada», lo cual deja valor agregado, impuestos y beneficios a los países procesadores del grano, mientras que en las regiones productoras del grano en América Latina y el Caribe decenas de millones de personas «viven en la pobreza o en la pobreza extrema».
«Lo anterior se suma a los desafíos que conllevan las políticas y regulaciones impuestas por algunos países importadores que recientemente han creado nuevos estándares de comercio verde, inalcanzables para la mayor parte del mercado productivo del café en el Sur Global», precisa el documento.
Resalta también que ningún país de América Latina y el Caribe «se encuentra dentro de los más grandes contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero, como sí lo están los países más industrializados».
Políticas
La implementación de políticas de regulación a los productores y exportadores de café que no cumplan con estándares impuestos, eventualmente podría «constituir obstáculos al comercio», señala la declaración.
«Con estas acciones los gobiernos de los países industrializados o sus sectores privados, que argumentan que es el libre mercado el que impone las condiciones, no contribuyen o cooperan significativamente con los países productores en la facilitación de recursos para alcanzar los estándares requeridos, ni aportan para alcanzar un mejor balance de la cadena de valor del café que les permita mejorar sus condiciones», enfatiza.
Mayor cooperación
La Celac considera necesario promover «una mayor cooperación y articulación público-privada entre países y regiones para acompañar a los productores frente a estos requisitos».
En este contexto global, el café se convierte en «un articulador» para que los representantes de los países que integran la Celac dialoguen sobre el desarrollo de la producción regional del grano aromático, las necesidades y oportunidades del sector de la agricultura familiar y la identificación de posiciones comunes para salvaguardar la seguridad alimentaria y la soberanía de los países sobre sus recursos naturales. EFE
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