Con apoyo de la Unión Europea, la organización Funder, junto con el Instituto de Conservación Forestal y la Universidad Nacional de Agricultura establecen 7,000 árboles de Granadillo Rojo, especie vulnerable de extinción.
El Granadillo Rojo (Dalbergia glomerata) es un árbol de la familia de las leguminosas y se encuentra ampliamente distribuido en el sur de México y América Central.
Uso del Granadillo Rojo
Es una especie muy buscada por su madera usada en artesanía fina.
En Honduras, una de las zonas en las que se encuentra el Granadillo Rojo es en la Biósfera del Río Plátano, pero su abundancia en estado natural es actualmente muy baja.
En ese sentido la especie podría desaparecer, perjudicando la vegetación que se encuentra en simbiosis o interacción con estas especies y creando un desequilibrio en el mantenimiento y salud de los ecosistemas tropicales.
Peligro del ecosistema
Ante la vulnerabilidad de extinción y las consecuencias que podría tener en los ecosistemas en la Biósfera del Río Plátano, desde el proyecto “Mi Biosfera” se impulsan acciones de conservación y establecimiento de plantaciones de alto valor ecológico, como el Granadillo Rojo.
Uno de los esfuerzos del proyecto es implementar sistemas agroforestales como alternativa de recuperación.
Estos sistemas son una oportunidad para que las comunidades dentro de sus unidades productivas establezcan la especie, contribuyendo a evitar su extinción.
Desde el Proyecto se realiza un trabajo cercano con la comunidad Pech, quienes, por su alto respeto y compromiso con la naturaleza, generan esperanza para la conservación de los ecosistemas.
Se promueve el empoderamiento de sus habitantes para diseminar la especie del Granadillo Rojo mediante bancos de semillas por su impacto ecológico, genético, social y económico.
Mejoramiento genético del Granadillo Rojo
Dentro del vivero forestal de la Universidad Nacional de Agricultura (UNAG) se gestiona la producción de plantas y estudios de mejoramiento genético del Granadillo Rojo.
Además, se implementarán tres viveros comunitarios en zonas estratégicas dentro de la Biósfera del Río Plátano.
Estos esfuerzos se desarrollan con la vinculación de 24 comités de restauración y biodiversidad, grupos de personas dentro de las Cajas Rurales agroforestales y formadores de educación ambiental y cambio climático.
Mi Biósfera
La Unión Europea destina cerca del 45% de su cooperación en Honduras a proyectos enfocados en la gestión sostenible de los recursos naturales y lucha contra el cambio climático.
Uno de los proyectos es el manejo integrado de la Biósfera del Río Plátano”, ejecutado a través del Instituto de Conservación Forestal de Honduras, Funder, la Universidad Nacional de Agricultura y la Universidad Zamora.
El proyecto tiene como objetivo principal contribuir a disminuir la deforestación en la Biósfera provocada por el avance de la frontera agrícola, conservar la biodiversidad y mitigar el impacto del cambio climático.
Para ello, desde el año 2021, se realizan acciones para fortalecer la gestión del paisaje y la gobernanza de la tierra; fomentar los enfoques de las cadenas de valor del ganado, cacao y el café.
Establecer e implementar un mecanismo financiero inclusivo para el clima; restaurar áreas forestales degradadas; y ampliar el conocimiento y comprensión en los aspectos del clima, la biodiversidad y los medios de vida.
PUEDE INTERESARLE: Juez concede extradición de exdirector del comité de la “Tasa de Seguridad” requerido por EEUU