León (España), 7 sep (EFE).- La PolicÃa española ha desarticulado una organización dedicada a la explotación laboral de mujeres, que eran captadas en Honduras y que entraban en España para trabajar como asistentes del hogar.
En la operación, fueron detenidas cuatro personas, entre ellas la lÃder de la trama, acusadas de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, favorecimientos de la inmigración ilegal, contra los derechos de los trabajadores y pertenencia a organización criminal, informó este lunes la PolicÃa en un comunicado.
La investigación se inició tras las declaraciones de varias vÃctimas que pusieron en conocimiento de los agentes la existencia de una organización dedicada a la explotación laboral en la provincia española de León (noroeste).
Los investigadores comprobaron que la red captaba a las mujeres en Honduras, en ocasiones con la ayuda de sus propios familiares, y que la organización gestionaba los billetes de avión con destino a España, generalmente con escala en El Salvador, Cuba y Milán (Italia).
Una vez en España, contaba con la colaboración de un miembro de la organización que gestionaba la documentación y el traslado de las vÃctimas desde el aeropuerto a la estación de autobuses de Barcelona (noreste) a cambio de 500 euros.
Desde allà eran conducidas hasta la provincia de León, donde inicialmente las vÃctimas eran alojadas en domicilios alquilados y con malas condiciones de habitabilidad, sin calefacción, ni agua caliente.
Además, se les exigÃa una deuda de 2.000 euros por el viaje, que debÃan pagar trabajando como asistentes del hogar a través de una empresa española.
En el comunicado, la PolicÃa explica que las personas que contrataban a las vÃctimas ignoraban la situación ilegal de las trabajadoras, pagando por sus servicios cantidades muy superiores a las que finalmente recibÃan ellas.
Con esta remuneración debÃan pagar tanto la deuda contraÃda por el viaje, como la generada por los tratantes debido a las gestiones practicadas para su explotación.
La administradora de la empresa de contratación de las vÃctimas obtenÃa beneficios al ahorrarse las cotizaciones de la Seguridad Social y abonar a las trabajadoras salarios muy por debajo del mÃnimo legal, a pesar de su disponibilidad las 24 horas del dÃa.
Las trabajadoras ilegales tenÃan prohibido hablar de su situación con las personas a las que asistÃan o sus familiares bajo amenazas de las tratantes.
Además, en caso de encontrarse enfermas debÃan pagar por ser atendidas por un médico, lo que incrementaba su deuda con la administradora de la empresa en la que trabajaban.
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