El cierre de los centros educativos y las medidas de confinamiento para frenar el coronavirus afectan a los menores en Honduras, donde los estudiantes conmemoraron su día encerrados en casa y con la incertidumbre de no saber cuándo podrán volver a la escuela, alertó la psicóloga Paola Ávila.
Durante la emergencia sanitaria, declarada hace tres meses por el Gobierno, los menores han sufrido afecciones psicológicas de «miedo, ansiedad y pánico», dijo a Efe la experta.
Los menores, especialmente los menores de 12 años, «se estresan, tienen cambios en el compartimiento, se vuelven más inestables, enojados, buscan estar más cerca de sus papás», subrayó Ávila.
En su experiencia, las medidas de contención como el aislamiento y el cierre de colegios ha causado «muchos cambios emocionales» en los niños y jóvenes.
Ante estos escenarios, señaló Ávila, algunos niños buscan estar «más cerca de sus padres y son más mimosos», mientras otros «lloran más y no dicen nada».
«Si los papás de los niños y los adolescentes están tranquilos, ellos (los menores) estarán tranquilos porque absorben todos los aspectos emocionales de los padres», enfatizó.
El Gobierno hondureño declaró el 12 de marzo estado de emergencia, un día después de confirmar los primeros tres casos de COVID-19 en el país centroamericano, donde además sigue vigente un toque de queda desde hace tres meses.
CRISIS EVIDENCIA DIFERENCIAS
El cierre de las escuelas y colegios implica la suspensión de clases y aunque algunos centros han retomado clases a través de plataformas digitales, esto evidencia las diferencias entre familias que tienen acceso a internet y quienes no, acentuando la desigualdad.
Los centros educativos tanto públicos como privados, según Ávila, deben impulsar el uso de «todas las herramientas necesarias» para que los menores continúen el aprendizaje en casa.
LO QUE MÁS EXTRAÑAN
La necesidad de permanecer en la casa por la pandemia ocasiona aburrimiento en los niños, quienes también extrañan socializar en la escuela y otras actividades con sus amigos.
Alejandro, de 11 años, cursa el sexto grado, dijo a Efe que los que «más extraña» durante la cuarentena es «jugar» con sus compañeros de escuela y comer pizza.
«Ya quiero volver al colegio para compartir con mis compañeros y comprar pizza», subrayó Gabriel, quien sueña con ser un youtuber.
Al igual que Gabriel, Sofía, de 15 años, dijo extrañar a sus amigas del colegio, a las que no ve desde hace tres meses.
«Uno se aburre en la casa todos los días, ya quiero volver a ver a mis amigas y maestros», indicó Sofía, quien considera que durante el confinamiento ha tenido más tareas de lo normal.
Así como Alejandro y Sofía, son muchos los niños y jóvenes que pasan con la incertidumbre de no saber cuándo podrán retomar las clases presenciales en todos los niveles educativos del país, donde las autoridades Educación no han precisado una fecha en la que los estudiantes estarían volviendo a las aulas. EFE