(AFP). De Australia a Canadá y Estados Unidos, pasando por Europa y América Latina, cientos de miles de jóvenes abandonaron el viernes las aulas y salieron a las calles a exigir medidas decisivas contra el calentamiento global y señalar a los líderes mundiales.
El movimiento se dio en los cinco continentes y en cientos de ciudades, respondiendo a un llamado de la adolescente sueca Greta Thunberg para denunciar la inacción de los gobiernos.
Centenares de estudiantes secundaron a Thunberg, convertida en símbolo de este movimiento, frente al Parlamento de Estocolmo, donde la joven se ha venido plantando cada viernes en solitario desde hace varios meses para exigir a su gobierno que cumpla con el Acuerdo de París de 2015.
«No soy el origen de este movimiento. Ya estaba allí. Solo requería una chispa para encenderse», dijo Thunberg, mientras un manifestante agitaba una pancarta con un juego de palabras en alusión a su compañera, propuesta esta semana para el Premio Nobel de la Paz: «Make the planet Greta again».
Las multitudes más impresionantes se vieron en Sidney, Berlín, Bruselas, Londres, Madrid y Montreal, ciudad donde participaron alrededor de 150.000 estudiantes según un organizador.
Pero también contó con presencia en América Latina.
Unos 5.000 jóvenes chilenos participaron de la movilización en la capital, Santiago. «No hay tiempo», «No hay planeta B» fueron algunas de las consignas más repetidas de la marcha, que copó varias cuadras de la principal avenida de la ciudad a ritmo de tambores y en medio de un clima festivo.
En Argentina, alrededor de un millar de jóvenes se congregaron frente al Congreso Nacional en Buenos Aires para unirse al movimiento mundial que reclama acciones urgentes que contrarresten el cambio climático.
«Menos soja, más árboles», «el cambio climático no es ‘fake news'» o «Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro”, fueron alguna de las pancartas que portaron los jóvenes en una manifestación pacífica.
«Queremos que el tema se ponga en la agenda política en este año electoral», dijo a la AFP Nicole Becker, de 19 años, al recordar que Argentina tendrá elecciones presidenciales el 26 de octubre.
En Bogotá, en cambio, medio centenar de personas protestaron en la Plaza de Bolívar, en el corazón político de Colombia.
La mayoría mostró su decepción por la poca acogida de la convocatoria, aunque en la noche está previsto un nuevo encuentro. «Me sorprendió muchísimo que en una ciudad de más de ocho millones de habitantes, haya menos de cien personas. Pero pues eso también da un mensaje de que somos muy pocos los que estamos queriendo hacer cosas y creo que hay que salir más a las calles», dijo a la AFP Tatiana Unzaga, una estudiante de 30 años.
– «No hay planeta B» –
«¡123 países!» , tuiteó Thunberg de 16 años e ícono del movimiento.
Nueva Zelanda fue el punto de partida, con manifestaciones de centenares de estudiantes, incluso en Christchurch, donde el sangriento atentado contra dos mezquitas llevó a la policía a acordonar el centro de la ciudad.
«Están destruyendo nuestro futuro», «No hay un planeta B», rezaban algunas de las pancartas. La consigna más repetida fue: «Si ustedes no actúan como adultos, nosotros lo haremos».
En Nueva York, miles de estudiantes de secundaria reclamaron al presidente Donald Trump y a legisladores acciones urgentes para frenar el calentamiento global, parte de una enorme protesta estudiantil internacional.
«Más tarde será demasiado tarde», leía uno de los cientos de carteles alzados por los adolescentes y preadolescentes que marcharon a lo largo de la avenida Central Park West antes de reunirse frente al museo de Historia Natural.
El presidente Trump niega el calentamiento climático y retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París que busca frenar el alza de la temperatura del planeta.
En Delhi, Shagun Kumari, de 13 años, denunció que sus «ojos sufren por la contaminación». «Quiero un aire que no afecte mis pulmones y agua limpia que no me haga enfermar».
En París, entre 29.000 jóvenes, según la policía, y 40.000, según los organizadores, desfilaron entre los monumentos del Panteón y los Inválidos. «Y uno y dos y tres grados es un crimen contra la humanidad», se leía en algunos carteles.
– Decenas de miles –
En Bruselas, donde el movimiento estudiantil ha venido manifestándose durante semanas, se congregaron 30.000 personas, según la policía, mientras que en Berlín, fueron entre 15.000 y 20.000.
En Londres, 20.000 jóvenes marcharon desde Downing Street hasta el Palacio de Buckingham, frente al cual algunos se encaramaron a una estatua gigante.
En España, Madrid fue escenario de una marcha de unos 4.500 jóvenes, según la policía, donde se denunció que «Hay más plástico que sentido común».
«Dicen que somos el futuro, pero los jóvenes somos el presente, si no actuamos ahora no lo haremos nunca», afirmó a la AFP Rosalía González, una estudiante de Psicología de 19 años.
Muchos jóvenes tampoco acudieron a clase en Uganda, un país que «sufre deslaves, inundaciones, donde la gente muere debido al cambio climático», denunció a la AFP Leah Namugera, de 14 años, durante una protesta en la concurrida carretera entre Kampala y Entebbe.
Algunos responsables trataron en varias ciudades de persuadir a sus estudiantes de no hacer huelga, fracasando en su mayoría.
En Nueva Zelanda, las escuelas advirtieron que marcarían la ausencia de los estudiantes que faltaran a clase.
En Australia el ministro de Educación, Dan Tehan, también cuestionó las protestas en las que participaron 50.000 estudiantes según organizadores.
Pero los activistas recibieron el apoyo de la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern.
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