Radio América (EFE).- Al menos 45 personas, la mayoría mujeres y niños, murieron tras un ataque de hombres armados a varias localidades del estado de Plateau, en el centro-norte de Nigeria, confirmó este martes a EFE una organización de la sociedad civil.
«Puedo confirmarles que se han recuperado al menos 45 cadáveres, en su mayoría de niños y mujeres, incluso embarazadas, tras un ataque de hombres armados a las aldeas de Kubat y Fungzai», en la zona de Mangu, declaró a EFE por teléfono Paul Dakete, presidente de la Coalición de Nacionalidades Étnicas Juveniles del Estado de Plateau.
«Los atacantes, que eran pastores fulani, irrumpieron en las dos localidades el lunes por la noche y sembraron el caos entre los aldeanos hasta primera hora de hoy», explicó Dakete.
«Es espeluznante que la mayoría de las víctimas fueran mujeres y niños», agregó. Dakete manifestó que los atacantes también arrasaron varias casas durante el ataque, y añadió que aún se estaban buscando más cadáveres. Igualmente, lamentó que las fuerzas del orden no pudieran salvar la situación a pesar de recibir llamadas de socorro de los lugareños.
«Se trata del cuarto ataque de los últimos años (en la zona de Mangu), pero la escala de este último ataque no tiene precedentes», declaró. Alfred Alabo, portavoz de la Policía del estado de Plateau, confirmó el incidente en un comunicado, pero no dio la cifra de víctimas.
El portavoz explicó que la Policía se enfrentó a los «bandidos» y que su «gran potencia de fuego» obligó a estos últimos a abandonar sus motocicletas y vehículos «utilizados para sus nefastas actividades».
Este tipo de ataques de «bandidos» -término usado en el país para nombrar a las bandas criminales que cometen esos asaltos- no son comunes en el estado de Plateau, donde sí que son habituales choques entre comunidades ganaderas mayoritariamente cristianas y pastores de la etnia fulani, principalmente musulmanes, por diferencias sobre el uso de la tierra y los escasos recursos naturales disponibles.
Plateau, sin embargo, es vecino del estado de Kaduna que, junto a otros estados del noroeste del Nigeria, sufre ataques incesantes por parte de hombres armados y secuestros masivos para obtener lucrativos rescates.
A esta inseguridad en el noroeste de Nigeria se suma la registrada desde 2009 en el noreste por el grupo yihadista Boko Haram y, desde 2016, por su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas inglés). EFE