Radio América. Un reo hondureño que murió el pasado 20 de abril ha sido recientemente confirmado por las autoridades de Salud como víctima del COVID-19, así lo informó este marte una fuente del Instituto Nacional Penitenciario (INP).
El infortunado se trata de un interno de 52 años de edad que guardaba prisión desde el 2017 en uno de los módulos de la cárcel de máxima seguridad conocida como “El Pozo I” en Ilama, Santa Bárbara.
En ese sentido las autoridades penitenciarias solicitarán a la Secretaría de Salud una investigación al respecto, argumentando que esta persona nunca presentó síntomas relacionadas al virus.
En esa línea el INP ha nombrado una comisión para que se una a la investigación que ayude a esclarecer el tan confuso caso.
La portavoz penitenciaria, Digna Aguilar, detalló que dicha comisión estaría integrada por autoridades del instituto, asimismo por personal médico que fue capacitado con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el tema de coronavirus.
Este personal habría trabajado en la elaboración del protocolo de bioseguridad en el sistema carcelario del país.
“Ellos comenzarán las diligencias investigativas porque la situación no concuerdan en vista que si esta persona habría muerto por COVID-19 hoy día tuviésemos cualquier cantidad de internos con síntomas”, apuntó.
La cifra de muertos en Honduras a causa del COVID-19 aumentó la noche del lunes a 64, en tanto que los casos positivos de contagiados se elevó a 702.
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