No cabe duda de los ángeles existen, para la pequeña Dulce Milagro Pérez sus tías son esos ángeles que a diario cuidan no solo de sus necesidades físicas, sino también emocionales y espirituales, y es que en esta familia la condición de Dulce quien tiene problemas en su masa encefálica provocándole convulsiones, no es una razón que les limita en sus demostraciones de afecto.
El programa de responsabilidad social “Loto cambiando vidas con alegría” al enterarse de la necesidad de Dulce y la de sus tías, a quienes cada día les era más difícil llevarla a sus citas médicas, a la iglesia o simplemente pasearla frente al humilde hogar en La Travesía de Tegucigalpa, una mañana de viernes con sus voluntarios las visitó para sorprenderlas entregándoles el valioso medio de movilización.
“Nosotros la cuidamos, le cantamos lo coritos de la iglesia y ella se ríe y aplaude de la alegría. Nos costaba sacarla y teníamos que cargarla en brazos para cualquier actividad, ahora gracias a Loto, con esta silla de ruedas ella podrá ir a la iglesia y le ayudará a su salud estar sentada y no solo acostada en la cama”, compartió con gran júbilo su tía María Mendoza.
Dulce, huérfana de madre, hoy ya disfruta de los paseos que sus tías, Doña María y Doña Chayo, realizan, visitando a los vecinos y llevándola con mayor facilidad a su cita mensual en el Hospital María. Loto Cambiando Vidas con Alegría dejó a su paso muestras de que la solidaridad sí existe.