Para el presidente Juan Orlando Hernández, es necesario recordar brevemente al país cómo eran las cosas hace una década y cómo Honduras, controlado en ese entonces por el narcotráfico, estaba a punto de convertirse en un Estado fallido.
Es importante recordar –prosiguió diciendo–, cuáles movimientos políticos se opusieron, junto con los narcos y pandillas, a toda medida importante contra el crimen como la extradición, la creación de la Policía Militar, la depuración de la Policía Nacional y la creación de las cárceles de alta seguridad.
Los resultados alcanzados por Honduras se ganaron el reconocimiento del mundo por haber hecho lo que se creía imposible –dijo el presidente Hernández.
Para algunos sectores es fácil olvidar cómo eran las cosas antes, cuando los aviones de la droga llenaban los cielos de Honduras como insectos voladores en un día caluroso –prosiguió diciendo.
“Hace menos de quince años la embajada de Estados Unidos en Honduras dijo que el Gobierno de aquél entonces estaba tan estrechamente vinculado al crimen organizado que era imposible una estrecha cooperación entre las fuerzas del orden”, relató Hernández, durante una presentación en el Congreso Nacional de sus logros de seguridad.
Hace menos de diez años, Honduras tenía la tasa de homicidios más alta del mundo y la extradición no existía, porque no estaba permitida por la Constitución –expuso el mandatario.