Según Carlos Hernández de la división de agua del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), Tegucigalpa podría quedar sin agua en caso de no haber lluvia. Agregó que hay problemas adicionales que afectan la calidad de la distribución del agua, que es restringida.
Así es como la represa Los Laureles, que tiene una capacidad de 10.5 millones de metros cúbicos, almacena menos de la mitad. Y La Concepción ahora cuenta con el 64 por ciento de su volumen.
Cabe recalcar que la situación ha sido similar a la de los veranos pasados. Sin embargo, en el 2018 no hubo fenómeno «El Niño», mientras que este año si se dará ese efecto.
Por otro lado, detalló que a pesar que la producción de las fuentes de agua ha disminuido, existía una preocupación «más fuerte» por la sequía, pero la misma se presenta con «menor intensidad».
Además Hernández expusó que en El Picacho el volumen ha bajado a mitad de lo que tenía y Los Laureles tiene menos de la mitad.» Con eso no estamos en las condiciones de diciembre y enero, obligatoriamente tenemos que hacer una revisión», aceptó.
«En caso, que nunca se ha dado y esperamos que no se dé, de que no llueva, el agua en Concepción se terminaría en primera quincena de agosto. En Laureles se terminaría en primera quincena de junio», aseguró.
En cuanto al plan de mitigación, planean reducir «mucho más» las horas si deja de llover en mayo. Esto, considerando que se presume que el comportamiento del clima será similar al año anterior. «Se supone que va a llover en la segunda quincena de mayo y en junio también y eso tranquiliza un poco», finalizó.
Lea también: Racionamientos de agua este verano podrían incrementarse a más días en la capital