EFE-Radio América. Hace 5 mil 300 años, los antiguos egipcios empleaban tinta negra para escribir sus textos y roja para destacar tÃtulos, instrucciones o palabras clave. Saber de qué estaban compuestas es esencial para trazar la historia de la escritura en el Antiguo Egipto y de otras culturas como las mediterráneas de Grecia y Roma.
Hoy, el análisis de doce antiguos fragmentos de papiros del periodo romano (entre el año 100 y 200 d.C) analizados con microscopios de rayos X ha desvelado que los egipcios utilizaban plomo en la tinta de sus textos pero no como pigmento, sino por sus propiedades secantes, una técnica similar a la empleada por los artistas del Renacimiento en Europa, durante el siglo XV.
El estudio concluye que, 1,400 años antes de que Rafael o Fra Angelico marcasen una época, los egipcios ya sabÃan cómo conseguir que sus papiros no se emborronaran con tinta fresca, lo que, para los autores del estudio obliga a revisar los antiguos escritos del Mediterráneo, ya que las técnicas de secado podrÃan haberse difundido mucho antes de lo pensado.
Papiros egipcios
La investigación, liderada por cientÃficos del Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón (ESRF) de Grenoble, Francia, y de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), y publicada en la revista PNAS, desvela la composición de las tintas de una docena de antiguos papiros egipcios de la biblioteca del templo de Tebtunis del antiguo Egipto, y famosa por sus textos cientÃficos y costumbristas, con explicaciones de cómo vivÃan sus habitantes -muchos griegos y romanos-.
Las muestras estudiadas en este proyecto de investigación, por tanto, son excepcionales no solo por las tintas con los que fueron escritos.
«Al aplicar la tecnologÃa de punta del siglo XXI para revelar los secretos ocultos de la antigua tecnologÃa de la tinta, contribuimos a desvelar el origen de las prácticas de escritura», explica Marine Cotte, investigadora de la ESRF y coautora del trabajo.
«Algo muy llamativo fue que encontramos que se añadió plomo a la mezcla de tinta, no como un tinte, sino como un secador de la tinta, para que la tinta se quedara en el papiro», dice Cotte.
Los investigadores llegaron a esta conclusión porque no encontraron ningún otro tipo de plomo, como el plomo blanco o el minio, que deberÃa estar presente si servÃa como pigmento.
Además, «el hecho de que el plomo no se añadiera como pigmento sino como secante implica que la tinta tenÃa una receta bastante compleja y que no podÃa ser fabricada por cualquiera», añade Thomas Christiansen, egiptólogo de la Universidad de Copenhague y coautor del estudio.
«A juzgar por la cantidad de materias primas necesarias para abastecer una biblioteca de templo como la de Tebtunis, creemos que los sacerdotes deben haberlas adquirido o supervisado su producción en talleres especializados muy parecidos a los de los maestros del Renacimiento», añade Christiansen.
El hallazgo fue posible gracias a las diferentes técnicas que el equipo utilizó en la lÃnea de luz ID21 de la ESRF para estudiar los fragmentos de papiros y que permitieron descubrir que el plomo estaba asociado una compleja mezcla de fosfatos de plomo, a sulfatos de plomo potásicos, a carboxilatos de plomo y a cloruros de plomo.EFE
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