Radio América. Desconocidos mataron este domingo a tres agentes de la Policía Nacional de Honduras en una emboscada perpetrada en el departamento de Colón, informó una fuente oficial.
El crimen múltiple se registró en la aldea Agua Amarilla del municipio de Trujillo, indicó la Policía hondureña.
Las víctimas viajaban en una patrulla la cual fue atacada por un grupo de hombres, que bajaron a los policías del vehículo y luego les dispararon, según el informe de las autoridades de la institución armada.
Los policías asesinados fueron identificados como Jairo Marcelino Posadas Ortiz, Jonathan Josué Ramos y Juan Murillo Olivera.
Las fuerzas de seguridad que investigan el hecho no han determinado el móvil del crimen.
Los agentes policiales fueron asesinados a balazos a pesar de que en Colón está prohibido el porte de armas desde agosto de 2012, cuando el Congreso Nacional aprobó una reforma a la Ley sobre Control de Armas, Municiones y Explosivos.
En los últimos años, Colón, ha sido escenario de un conflicto entre campesinos y terratenientes que ha cobrado la vida de más de un centenar de personas, en su mayoría labriegos, según datos de organismos de derechos humanos.
El conflicto se concentra en el sector del Bajo Aguán, donde campesinos exigen tierras al Gobierno, que ha comprado unas 4.400 hectáreas, muchas de ellas cultivadas con palma africana, y las ha otorgado a dos movimientos de labradores organizados.
Esta es la duodécima masacre de este año en Honduras, que ha figurado entre los países más violentos del mundo por las altas tasas de muertes violentas.
Estos ataques han dejado al menos 41 personas muertas y el mes que más masacres registra hasta ahora es enero, con seis.
En Honduras se registra un promedio de entre nueve y diez asesinatos diarios, según cifras oficiales.
Las autoridades hondureñas atribuyen buena parte de la criminalidad a grupos del crimen organizado, el narcotráfico y las pandillas.
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