-El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, destacó hoy el valor de la vida y calificó de “reprochable” las constantes muertes que ocurren en el país.
“Es reprobable lo que está ocurriendo y es un dolor inmenso para toda la familia hondureña, para toda la nación, sentir como nos estamos exterminando entre nosotros mismos”, dijo el Ombudsman hondureño.
Expresó que la vida es el don más precioso porque de allí emanan todos los demás derechos, sin embargo, pareciera que no es valorada por algunas personas.
La principal responsabilidad es querernos a nosotros mismos y pedir que respeten nuestra dignidad, pero, al mismo tiempo, respetar la dignidad de los demás, declaró.
Se estima que en los últimos 9 años (2010-2018), alrededor de 51,000 personas perdieron la vida violentamente en el país, un promedio de 472 víctimas por mes.
En los últimos años, el Gobierno de la República puso en práctica una serie de acciones, en materia de seguridad pública, con el fin de reducir el número de muertes violentas en el país.
Esa política y estrategia de seguridad pública se desarrolla principalmente desde un enfoque represivo y, poco preventivo de los hechos de violencia y criminalidad.
Si bien es de reconocer que dichas acciones han incidido en el descenso significativo de la tasa de muertes violentas, a nivel nacional, al pasar de 86.5 homicidios por cada 100,000 habitante en el 2011 a menos de 45 en el 2018, preocupa al CONADEH que se base únicamente en este indicador para considerar que la política pública atendida trae consigo la paz y tranquilidad en el país.
Hay una serie de problemas sociales no resueltos en Honduras que causan grave sufrimiento a la dignidad de los habitantes, al grado, de afectar a un sinnúmero de personas o poblaciones enteras, que se ven forzadas a huir hacia el interior o exterior del país en busca de protección.
Miles de personas se desplazan
Herrera Cáceres explicó que mucha gente se ve en la obligación de desplazarse de sus lugares de origen hacia otras zonas del país o del extranjero por temor a perder la vida ya sea porque es víctima de amenazas o es objeto de extorsión.
Agregó que hay tanta articulación entre los que hacen el mal que, a veces, las víctimas se ven obligados a salir forzadamente del país a falta de una protección que le garantice su vida e integridad.
Entre el 2016 y agosto del 2018, el CONADEH atendió alrededor de 2000 denuncias de personas y unidades familiares de las cuales, entre el 40 y 45% fueron obligadas a salir de sus hogares mientras que el resto estaban en situación de riesgo.